El día después de la sentencia de Estrasburgo

En poco más de una hora, a las 9 y cuarto, comienza en la Audiencia Nacional un pleno extraordinario que debe decidir cuándo pone en libertad a la etarra a Inés del Río, la etarra que inició el camino judicial que ha terminado con la anulación de la doctrina Parot por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Del Río ha estado 26 años en prisión, los cuatro últimos de forma ilegal según el tribunal europeo que ordenó su liberación lo antes posible. El Ministro de Justicia asegura que a partir de aquí se estudiará caso a caso la situación del centenar de etarras y la treintena de otros delincuentes a los que también se aplicó la doctrina.

Gallardón y el Ministro del Interior se reunieron ayer ya por la tarde con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la mayoritaria entre quienes sufrieron el zarpazo terrorista y con la que el PP ha tenido una gran sintonía mientras estuvo en la oposición y también el gobierno. Su presidenta pide al ejecutivo de Rajoy que no aplique la sentencia. El gobierno se esforzó en decir que la sentencia afecta a los que afecta, pero no cambio su política penitenciaria.

En declaraciones a la SER, Roberto Manrique, una víctima del atentado de Hipercor, explicaba el doble sentimiento que la decisión de Estrasburgo le provoca: "A nivel moral me duele, pero es que también está la vertiente jurídica y me guste o no la sentencia es legal".

El etarra Henri Parot, por cierto, el que da nombre a la doctrina ahora tumbada, no podrá beneficiarse de la sentencia y seguirá en prisión porque tiene una condena posterior, del año 2007 con el Nuevo Código Penal ya en vigor.