Emprender con nombre de mujer

Cristina, Marta y Gloria son los nombres de nuestras protagonistas. Alquilar trajes de fiesta, traer complementos de la India, vender bolsos de diseño fabricados en España o enseñar inglés a los que aún sólo balbucean son sus apuestas.

Hablamos de las emprendedoras. Mujeres como ellas que por "las circunstancias", "un futuro incierto" o el anuncio de "un cambio laboral" han decidido. En España un número aún muy discreto y en el resto del mundo también. Un estudio publicado en la red de networking para directivas, empresarias y profesionales, tan sólo dos de cada diez mujeres en el mundo son emprendedoras -con excepción de las americanas que casi doblan ese porcentaje-. Sin embargo las cifras en nuestro país van a mejor. El mismo estudio refleja que en el 2012, se contabilizaron un 23% más de emprendedoras que el año anterior.

Montar una empresa, por pequeña que sea, no resulta nada fácil. Hay que encontrar la idea, el dinero, el lugar apropiado, enfrentarse a la burocracia, etc. Y a pesar de todo ese esfuerzo el resultado no siempre es el esperado. No hay números exactos pero se calcula que ocho de cada diez pymes cierran durante los cinco primeros años de vida. Las encuestas dicen también que a la hora de emprender las mujeres tardan más en tomar decisiones, no porque sean más lentas, sino porque toman en consideración más factores que los puramente económicos.

Es el caso de Marta que a través de la web "dando un paseo" vende productos que trae de la India y dedica una parte del beneficio a la Fundación Vicente Ferrer. O el de Cristina que ha optado por hacer de los bolsos de "my Lacambra" un producto cien por cien español aprovechando la calidad de los fabricantes de nuestro país.