Gil Tamayo: "La mirada a Roma es necesaria por parte de los católicos"

José María Gil Tamayo tiene 56 años. Es de Badajoz. Nació en Zalamea de la Serena. Hijo de un emigrante extremeño en Alemania, empezó siendo un cura rural en varias parroquias pacenses en las que ejerció durante nueve años. Después se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y comenzó entonces su carrera mediática que le ha llevado en parte al cargo que hoy ocupa. Insiste en su crítica a las cuchillas de Melilla y defiende a los inmigrantes que, asegura, "no vienen a perturbar el país vienen a construirlo". Defiende que la Iglesia no abandere manifestaciones y coincide con el papa Francisco en que vivimos en un capitalismo salvaje.

Hasta la semana pasada, Gil Tamayo era párroco en San Juan Bautista, en Badajoz, y canónigo de la catedral. Tras ser nombrado nuevo secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), se ha trasladado con su madre de 83 años a Madrid. "Venir a la gran ciudad me está costando. En Badajoz está todo a mano, la gente te saluda por la calle", se lamenta.

Conoce bien por dentro la Conferencia Episcopal y reconoce que, aunque en la Iglesia no hay alternancias como en política porque todos están "del mismo lado", la institución "tiene que estar siempre en estado de renovación". No es ajeno al aire nuevo del papa y llama a la "vuelta al Evangelio": "Ciertamente la mirada a Roma es necesaria y obligada por parte de los católicos", sentencia.

"Una Iglesia tiene que salir a la calle aunque se constipe", dice el papa Francisco. En el caso de España, parece que la Iglesia sólo sale a la calle para apoyar las políticas de la derecha. Gil Tamayo lo niega: "No sólo sale con el PP. Sale a defender grandes cuestiones independientemente del partido que esté. La Iglesia tiene una visión del hombre, de la familia, del matrimonio... y está llamada a evangelizar", explica. Eso sí, con una matización importante: "No es función de la Iglesia abanderar manifestaciones".

Precisamente, este viernes, el cura de la antigua parroquia San Carlos Borromeo de Entrevías (Madrid) va a entregar una carta dirigida al papa Francisco para pedirle que se pronuncie contra las cuchillas de la valla de Melilla. Gil Tamayo no se expresa con claridad sobre las concertinas pero cree que "el inmigrante no es alguien que viene a perturbar el país sino que viene a construirlo". Por eso, insta a que se busquen fórmulas "para que haya una regulación y que las mafias no trafiquen con las personas pero, al mismo tiempo, que se regulen todos los derechos".

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También se muestra preocupado las consecuencias de la crisis y señala como principal culpable a un capitalismo salvaje: "Hay una economía que está haciendo del dinero un dios. Está centrada en la rentabilidad y se olvida de la persona. Esto tiene que cambiar", insiste, y pide a los partidos políticos a que lleguen a acuerdos para que se encuentre una solución.

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Gil Tamayo, sobre una posible ruptura con el Concordato: "Es lenguaje de mitin"

El PSOE sigue amenazando con la ruptura del Concordato que regula las relaciones Estado-Iglesia desde la Transición. Gil Tamayo asegura que, "como periodista", sabe distinguir entre "cuando es el discurso de un mitin, cuando es un Congreso de los propios y cuando hay dificultades internas y hay que estar en un lenguaje en precampaña". Y advierte: "Cuando se gobierna se ejerce la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir las leyes" y recuerda que el partido socialista "ha llevado a término y ha revisado todo la cuestión económica y de financiación de la Iglesia".

A continuación, el vídeo de la entrevista completa: