La ficción musical de Damien Jurado
A pesar de los cambios en la música de Jurado, las letras y las historias que cuenta siguen demostrando que el de Seattle es uno de los compositores más interesantes de su generación: inteligente, atrevido, lírico y capaz de seguir buscando nuevas vías narrativas. Tras publicar dos álbumes temáticos de forma consecutiva, Jurado ha explicado su decisión ante la prensa. "Crecí con discos conceptuales como ‘Quadrophenia’, ‘Dark side of the moon’, ‘The Wall’ y creo que hoy en día se han convertido en un arte perdido", explicaba el músico en una entrevista.
Con un hilo narrativo establecido, las canciones de esta nueva entrega van fluyendo entre momentos de paz sonora y temas repletos de ecos, reverberaciones y muchos matices en una apuesta interesante que como los buenos álbumes te va ganando con unas escuchas que te van descubriendo nuevos pliegues de unas canciones complejas llenas de secretos. Tras casi veinte años de carrera, Jurado se ha dejado llevar en este nuevo disco, que como admite, contiene todas las influencias que le atraen musicalmente.
El músico, considerado uno de los referentes de la escena folk del norte de los Estados Unidos, ha tenido valor para rebuscar en su interior y dar nuevas caras a sus canciones, nuevos rutas que seguir. Ese paso, este álbum, demuestran que Jurado tiene más que ofrecer musicalmente que otros cantautores, que es un músico valiente que ha firmado uno de esos discos que sin duda acabará figurando en las listas de lo mejor de este 2014. El único problema de la complejidad de este álbum es que el propio músico ha reconocido que no saldrá a la carretera a presentarlo, que estas canciones están concebidas para sonar de un modo que no se puede reproducir en directo. Swift y Jurado han cambiado las reglas y el sonido de este artista y esa apuesta, de momento, no podría haber sido más acertada.
