El lado bueno de las cosas malas
La llegada de Zach a Nueva York no fue sencilla, hacerse un hueco en aquella gran urbe repleta de artistas requeriría paciencia y saber esperar, ir aprovechando las escasas oportunidades. “Fueron años difíciles, pero cruciales”, admite Williams sobre su llegada a Brooklyn. “Durante ese tiempo conocí a mucha gente que me empujó a seguir escribiendo y actuando, gente que creyó en mí cuando nadie me conocía y cuando los únicos bolos que me salían eran en bares diminutos a las dos de la mañana de un martes. Mis amigos fueron un gran apoyo, siempre venían a mis conciertos y cantaban conmigo. Aquellos años, aunque duros, me ayudaron a formarme como cantautor”.
El debut de The Lone Bellow ha calado entre un público que se ha rendido al folk de estos chicos, capaces de firmar canciones intensas y crudas con la misma facilidad con la que presentan temas melódicos y pegadizos cantados a tres voces. “Intentamos escribir canciones en las que realmente creyésemos y estamos realmente agradecidos porque esas canciones hayan calado en tanta gente”, explica Zach. El éxito del disco ha cambiado de forma radical la vida de estos músicos. “La verdad, para ser honestos, es que no sabíamos qué esperar con nuestro debut. Ha sido un año muy importante para nosotros y muy inspirador”, añade el estadounidense.
Desde que salió el homónimo álbum del grupo, The Lone Bellow no ha parado de crecer con aplaudidas actuaciones en festivales y programas de televisión. “Ha sido un año muy importante”, admite el músico. “En este año hemos aprendido a confiar en nosotros tanto en el escenario como fuera de él. Hemos aprendido que cualquier cosa que merezca ser hecha es costosa”, explica. El grupo ha ido avanzando bajo esas directrices hasta llegar a un 2014 lleno de retos y de grandes objetivos. “Este año tenemos mucho trabajo, tenemos una larga gira y además tendremos que grabar nuestro segundo álbum. Girar por Europa es muy excitante porque es una forma de presentarte ante una nueva audiencia donde muchos no han oído nuestra música nunca y a los que intentaremos ganarnos”, concluye el músico.
Con un calendario lleno de fechas en rojo, el grupo reconoce que cuando están en casa solamente quieren estar tranquilos. “Viajamos mucho y cuando estamos en Brooklyn aprovechamos para pasar el 100% de nuestro tiempo con la familia y los amigos. Nos gusta llevar una vida tranquila: hacer ejercicio, tomar café en nuestro lugar favorito y pasar tiempo con la gente que amamos”, añade Zach Williams, un hombre que dio un vuelco a su vida tras el susto de perder a su mujer y que ha sacado el lado bueno de una cosa mala. Además ha dejado un disco maravilloso por el camino y el inicio de una prometedora carrera.
