Copa del Rey 2014: De la final de Guardiola y Mourinho a la de Ancelotti y Martino
Real Madrid y Barcelona se enfrentan en la final de Copa del Rey tres años después de su última final
Hace ya tres años que Real Madrid y Barcelona se vieron las caras por última vez en una final de Copa. Cuánto han cambiado las cosas desde aquello. En uno y en otro bando. | Estadísticas del Real Madrid | Estadísticas del Barcelona.
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Por aquellas ambos proyectos tenían una cabeza bien visible. Mourinho en el Real Madrid y Guardiola en el Barça. Todo, absolutamente todo, pasaba por sus manos. Ahora, es difícil imaginarse a Ancelotti o al Tata Martino dar una voz más alta que otra en la caseta. Fue precisamente el perfil conciliador de Ancelotti lo que convenció a Florentino de que era el hombre indicado. Después de tanta bronca era necesario, vital, un poco de calma. Por su parte el Tata, al que le llueven las críticas por todos los frentes, desembarcó en Can Barça con la sospecha de haber sido elegido por el mismo Messi. Ninguno de los dos, ni Ancelotti ni el Tata, parecen convencer tanto a los suyoS como en tu tiempo lo hicieron los ahora técnicos de Chelsea y Bayern.
Por entonces, por 2011, era el Barça un equipo todopoderoso, de arriba a abajo, del primero al último. Parecía una máquina exquisita en perfecta armonía con todo su entorno. Poco queda ahora de todo aquello. Sumidos en una crisis institucional de órdago, todo son sospechas. Del presidente Bartomeu, al que los socios no han elegido. Del Tata Martino, al que todos fustigan por sus cambios sin aparente sentido, sus continuas rotaciones y su falta de liderazgo. Y sospechas, también, de una plantilla ya saciada. Con el Messi más intermitente que se recuerda, con un Xavi al que le falta ya gasolina, con un Neymar que aún no ha aterrizado y con una enfermería repleta con Piqué, Valdés y Puyol entre otros, poco tiene que ver este Barça con aquel altanero de hace tres años.
Fuera de las semifinales de Champions por primera vez en siete años y pendientes de los tropiezos de Atlético y Real Madrid para tener opciones en la Liga, es esta final de Copa la única escapatoria para un Barça en descomposición, con líos en el césped y en los despachos -el 'caso Neymar' y la sanción de la FIFA de no fichar hasta verano de 2015- que lastran a un equipo confuso. Que lo mismo mete cuatro en el Bernabéu que cae en plazas menores como en Valladolid o Granada. Este equipo, que en cuestión de nombres poco varía del de 2011 -el único titular de aquella final de Mestalla que ahora no está en la plantilla es David Villa-, es menos veloz y presiona mucho menos. Es mucho menos Barça.
Es el Madrid, en cambio, un equipo sin los complejos de aquel de la otra final, en la que Mourinho colocó a Pepe de mediocentro para detener las embestidas azulgranas. No se espera, ni mucho menos, que Ancelotti meta a un central en esa parte del campo, como ya hizo en el Camp Nou el octubre pasado y que tan mal resultado le dio.
Del equipo titular de 2011 se intuyen bastantes cambios. Algunos por lesión, como Cristiano, Arbeloa, Khedira y posiblemente Marcelo y Sergio Ramos, y otros porque no están ya, como Özil o Carvalho. Estarán ahora Modric, Carvajal, Coentrão, Varane, Bale, Benzema e Isco. Y jugará Casillas, que también estuvo en 2011, y que poco intuía entonces las idas y venidas que después vendrían.
El aire que se respira en el Real Madrid es diferente al de hace tres años, a pesar de que, como el Barça, no dependa de sí mismo para ganar la Liga, porque siente que tiene en sus manos la posibilidad de asestar el golpe definitivo a un Barça deprimido. Y a pesar, también, de haber caído en los dos envites que han tenido con los azulgranas, 2-1 en el Camp Nou y 3-4 en el Bernabéu, éste último hace algo menos de un mes.
Fue aquella Copa de 2011 el primer título de Mourinho en el Madrid y el que cortó, de manera momentánea, la tiranía del Barça de Guardiola. Habrá que ver ahora si esta Copa, la primera para Ancelotti o para Martino, cambia el devenir, el de decadencia del Barça o el de renacimiento del Madrid, de alguno de los dos equipos.
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