El editorial de Pepa Bueno: "Españoles en Alemania"

Una de las cuestiones que se está quedando prácticamente fuera de la campaña electoral que termina el domingo es la movilidad de los europeos dentro del espacio común. La libertad de circulación que es uno de los principios básicos de la Unión. Es un asunto importante siempre, pero especialmente ahora que coincide con una época de paro alto en el sur y con miles de personas que, otra vez, como en la década de los 60, miran al norte buscando empleo.

Muchos españoles se han ido a Alemania a buscarse la vida desde que comenzó la crisis. El año pasado, por ejemplo, salían a un ritmo de más de dos mil al mes. Y ayer el abogado general del Tribunal Europeo de Justicia avaló que Alemania deje sin prestaciones, sin ayudas públicas a los ciudadanos comunitarios que viajen al país solo para buscar empleo o para beneficiarse de su sistema de protección social. El gobierno alemán tiene intención de ir más lejos aún y estudia expulsar de su territorio a quien en el plazo de seis meses no haya encontrado trabajo. He aquí un buen tema para el debate europeo. Tenemos una moneda común que facilita enormemente que podamos comprarle a Alemania sus coches o lavadoras que además ayudamos a fabricar con nuestra mejor mano de obra, pero el espacio común se amuralla por dentro a la hora de repartir los beneficios sociales que genera su boyante economía.