
Europa, capital Cañete

CADENA SER
Nunca pudimos imaginar que llegaríamos a la recta final de esta campaña europea hablando del machismo como asunto casi central. Pero si uno lo piensa bien y recuerda ese dato que nos estremeció a todos hace apenas unas semanas, que hay 62 millones de mujeres maltratadas en Europa, pues a lo mejor ni es tan raro ni está tan mal.
No está mal sobre todo porque a falta de propuestas económicas realmente interesantes, aprisionados casi todos en el corsé de la austeridad, pues al menos bienvenidos los debates sociales, sobre derechos, debates como éste que ha propiciado la ya memorable reflexión de Arias Cañete sobre la supuesta inferioridad intelectual de las mujeres y su gesto "caballeroso" - entre comillas- de no apretar en el debate televisivo con Elena Valenciano.
Bueno, ahora la última estrategia del Partido Popular por aplicar un control de daños en este asunto tiene dos patas: por un lado conseguir que el interfecto pida disculpas, cosa que ya ha hecho, y por otra acusar al PSOE de sobreactuación, de agarrarse al 'caso Cañete' para rebañar los votos que no consigue con sus propuestas. No sé quién ha ideado el plan, pero lo lamentable, lo malo es que no sirve.
No sirve más allá de los ultra convencidos, ni con disculpas forzadas, fuera de tiempo ni con acusaciones al rival porque no se entra en el fondo del asunto: y es que Arias Cañete ya no podrá convencer a nadie de que no piensa lo que piensa sobre mujeres y hombres. Algo que con tanto sosiego, con tanta calma ¡sin nada de exabruptos ni calentones! le explicó a Susana Griso en Antena 3. Lo cual nos lleva a la misma conclusión que ya expresamos el primer día: alguien así no debería poder representarnos, yo al menos no lo quiero, representarnos en Europa, ni como diputado ni mucho menos como comisario.
Porque las recetas anticrisis nos las pueden imponer, o nos pueden engañar para que cuelen, pero esta no es una cuestión de dinero. Es simplemente que la historia no puede retroceder. Y en pleno siglo XXI, en el año 14 como le gusta decir a Rajoy, esto ya no cuela: ni en Europa ni en España.
Europa, capital Cañete
