¿Y la renovación de la política?

Escucha la firma de Pedro Blanco en 'Hora 25'

Hay una generación de españoles, aquellos que rondamos la cuarentena, para quienes la Transición es un conocimiento adquirido y no un recuerdo. Ni la vivimos ni la protagonizamos. Esa generación es capaz de reconocer los méritos, también los errores, de quienes tuvieron que soportar la responsabilidad de conducir este país de lo que fue a lo que queríamos que fuera. Pero también esa generación que necesita referentes renovados con los que poder identificarse y a los que reconocer en tiempo real su contribución al nuevo tiempo que se intuye.

No hay duda de que asistimos a un cambio de ciclo político. No hay duda de que el relevo en la corona y la llegada de Felipe al trono supone un salto generacional, quizá el primero y posiblemente el más llamativo por inesperado. Pero no debe ser el único y tal vez ni siquiera el más importante. La verdadera capacidad transformadora de un país corresponde a la política, a los políticos, a quienes están llamados a liderar la reconstrucción física y moral de un país en crisis, de una democracia tan asentada como imperfecta. Y ellos también están obligados a afrontar ese giro. Hoy una parte de la izquierda se ha sumado a un partido joven con un líder nuevo, otra parte confía en que la renovación que se anuncia rejuvenezca a los líderes y renueve las estructuras. Y la derecha, antes o después, también deberá afrontar este proceso.

El pasado puede producir nostalgia, el futuro debería alimentar la esperanza. Y hoy que casi todo el mundo piensa en la monarquía, hoy yo les hablo de la política en la que también debe haber nuevas generaciones, nuevos acentos, nuevos rostros, ideas nuevas, nuevas formas de hacer y de decir, de comportarse y de tratarnos, una nueva política si queremos sanear un país al que ya no reconoce ni la Transición que lo parió.