
Frente a la barbarie

CADENA SER
Es curioso -y terrible- comprobar cuántas caras tiene la barbarie. Y cómo nos influyen. Para una generación que ya venía del tormento de ETA, que se estremeció con el 11-S, que entró en estado de shock con el 11-M, pudiera parecer que estábamos casi... no diré inmunizados pero sí preparados para el horror.
Sin embargo, estos asesinatos que ahora difunde el Estado Islámico como si de un video promocional se tratara, el último el del periodista Steven Sotloff, nos sitúa en otra dimensión. Porque es verdad que Al-Qaeda ya utilizó hace años la misma estrategia pero el hecho de que ahora se repita, corregida y aumentada con la larga lista de atrocidades que está cometiendo este grupo, que es ya un ejército con vocación de expandirse, y que amenaza a cualquiera que no piense como ellos, eso nos obliga a mirar un poco más allá. Y a preguntarse cosas muy básicas, aunque chirríen, aunque suenen a políticamente incorrectas.
Por ejemplo, ¿se les puede derrotar? Y si es que sí, ¿cómo lo hacemos, a distancia, enviando armas a sus rivales, con una intervención directa? Por otra parte, ¿nos interesa mezclarnos en esta pelea entre suníes y chíies? Y más que interesarnos ¿por qué decidimos abstenernos en su día cuando, por poner un caso, el régimen sirio masacraba, incluso gaseaba a sus opositores, pero ahora nos rasgamos las vestiduras? Igual es que nos sentimos más directamente amenazados.
Y por último, y seguramente más polémico: ¿hasta qué grado es posible la convivencia? Y me explico; hay un sector del islam, minoritario pero no pequeño, que no quiere saber absolutamente nada de nosotros, de nuestra forma de vida. Es más, la aborrecen: no están por la democracia, ni por la igualdad entre hombres y mujeres, ni por la libertad de costumbres, ni de creencia. Están en lo suyo, vivan allí o vivan aquí. Alguien ha dicho incluso que en el mundo islámico habitan los nuevos bárbaros. Yo no lo sé, puede parecer excesivo, o no. Pero hay que dar una respuesta. Una respuesta a esos y otra al resto, a los millones de musulmanes que no son como ellos y que también se sienten amenazados.
Lo único que no vale es esconder la cabeza debajo del ala porque eso sólo puede agravar el problema. Y este es un problema muy gordo.
ISIS está trasladando la idea de que consigue hacer cosas que Al Qaeda no pudo hacer
Frente a la barbarie
