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LIGA DE CAMPEONES | BARCELONA 1 - APOEL 0

El Barça gana a la antigua

El gol de Piqué y las manos de Ter Stegen salvan a un Barça que recordó más al conjunto apático del Tata que al equipo eléctrico que pretende Luis Enrique

El central ha cabeceado una falta lanzada por Messi para marcar ante el equipo chipriota en la Champions.(Reuters)

El Barça ganó pero recordó demasiado al equipo del año pasado. La victoria (1-0) quedó empañada por el mal juego del equipo de Luis Enrique, que sumó tres puntos de la forma menos habitual: con un gol de cabeza tras una falta. El conjunto culé terminó pidiendo la hora, con el Camp Nou silbando y con Ter Stegen salvando al equipo en el añadido.

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Un partido y una victoria, esa puede ser la lectura más positiva del partido del debut del Barcelona en la Champions. Ante el APOEL, el rival más sencillo del grupo, el Barça de Luis Enrique firmó el peor partido de lo que llevamos de temporada. Durante gran parte del choque el Barça recordó más al del año pasado que al que ha confeccionado Luis Enrique. Las diferencias con los anteriores duelos de esta temporada fueron obvias: menos presión, menos intensidad, más apatía... Luis Enrique desde la banda observaba el espectáculo y no paraba de gritar, pedir y lamentar el desarrollo del partido.

El entrenador asturiano decidió de forma sorprendente cambiar prácticamente el once respecto al que venció al Athletic el sábado. Solo Messi y Munir repitieron en un equipo en el que debutaron Ter Stegen y Samper -centrocampista del filial-y estrenaron titularidad esta temporada Xavi, Sergi Roberto y Adriano. Se sumó Luis Enrique a la moda que instauró el año pasado Ancelotti de rotar los porteros en Champions. Ayer lo hizo Simeone y hoy Luis Enrique, que jugó con Ter Stegen por Bravo.

La arriesgada apuesta de Lucho no funcionó y el Barça mostró su peor nivel de la temporada. El cambio de creadores: Xavi, Sergi Roberto y Samper por Rakitic, Busquets e Iniesta provocaron una ralentización en el juego de toque culé. Como si de tres chefs se tratase, los balones que cocinaron Xavi, Samper y Sergi Roberto salían más lentos de la cocina culé. Ayudó a la lentitud del servicio la propuesta del APOEL, que se cerró en el Camp Nou prohibiendo al Barça la libre circulación en su campo.

Con todo el atasco y las complicaciones que encontraba el Barça para llevar peligro el gol llegó de la forma menos habitual en el Camp Nou: de cabeza tras el lanzamiento de una falta. Messi puso un balón justo al lugar donde el portero no sabe si salir o quedarse y la defensa no sabe si atacar el balón o esperar a que su portero responda. La confusión creada por el centro la aprovechó Gerard Piqué para rematar de cabeza, casi sin saltar, el balón al fondo de la red.

El gol no cambió en nada el partido, quizás relajó aún más al Barça, que solo encontró en las conexiones entre Messi y Neymar algo de peligro. Antes del descanso Messi aprovechó uno de los pocos huecos que dejó el APOEL para dar un balón al desmarque de Neymar, que aguantó la llegada del argentino para devolverle el pase y que el '10' culé disparase contra las manos de Urko, arquero del conjunto chipriota.

En la segunda parte el Barcelona no mejoró y el APOEL, poco a poco y con mucha timidez por el escenario en el que se encontraba, fue saliendo de la cueva y asomando la cabeza. La reacción desde el banquillo fue quitar a Xavi, al que Luis Enrique le dio 60 minutos en su primer partido como titular este año.

El siguiente cambio fue Munir por Sandro, el delantero español de origen marroquí no pudo mantener el grandísimo nivel que ha demostrado en los primeros partidos de la temporada, justo la primera vez que coincidía con Messi y Neymar en el once titular.

Al Barça se le notó lento y cansado, sin ritmo y apático, justo los puntos principales que quería erradicar Luis Enrique, que apostó muchísimo por la cantera en el debut en la Champions. Samper fue de los mejores, justo al contrario que Sergi Roberto, que estuvo muy nervioso en el partido antes de que Lucho lo cambiara por Rafinha.

Con este panorama no tardaron en aparecer los silbidos en el Camp Nou, temeroso y preocupado por ver a un Barça que recordaba muchísimo al del año del Tata Martino. El Barça terminó pidiendo la hora y salvado por Ter Stegen. El alemán, desapercibido durante el resto del partido, metió una mano salvadora en un tiro lejano de Manduca. El partido terminó con el Barcelona metido en su campo y con tres puntos en la clasificación del grupo.

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Alejandro Rodríguez

Alejandro Rodríguez

De Tenerife a Madrid. Trabaja en la Cadena SER desde 2010

 
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