Dejar las ‘piernas’ en la bodega del avión
Bruselas está mucho menos adaptada que las ciudades españolas, según el eurodiputado


Madrid
Cada vez que Pablo Echenique viaja de Zaragoza a Bruselas, se ve obligado a almacenar sus piernas en la bodega del avión; se refiere, claro, a la silla sobre la que pasa su día, que ha pagado él mismo y en la que cualquier estropicio se traduce en una cara e inmediata pérdida de calidad de vida.
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'Bruselas es una ciudad pésimamente adaptada'
Reconocido como político en el joven partido Podemos y admirado como activista de los derechos de los discapacitados, este físico de 36 años cuenta con una gran disposición a desmentir tópicos sobre quienes, como él, se encuentran en el grupo de la diversidad funcional. También las leyendas sobre la discapacidad y la vida de pareja; en su caso, ella es también su asistente personal.
¿Y está la sociedad española preparada para ver el liderazgo más allá de una silla? Esa es, en efecto, la convicción de aquel a quien los taxistas de Zaragoza piden, una y otra vez, que se presente a las elecciones en su localidad; una ciudad sobre la que, sin dudar, afirma que está mucho más adaptada que la Bruselas que rodea al Parlamento Europeo.




