Nada debe ser ajeno a los Parlamentos
Comentario de la columnista de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, en 'Hoy por Hoy' del miércoles 10 de diciembre de 2014

Madrid
El documento presentado por el Senado de Estados Unidos a propósito del llamado Programa de Detención e Interrogatorios de la CIA tendrá, sin duda, defectos, pero tiene también dos grandes virtudes. La primera, que demuestra que el Senado de Estados Unidos considera que ningún tema importante, absolutamente ninguno, es, ni debe ser, ajeno al Parlamento. La segunda virtud es que pone por escrito, sin género de duda, que las llamadas Técnicas Reforzadas de Interrogatorio, eran un nombre eufemístico para prácticas de tortura severa y que no fueron útiles para obtener información valiosa de los detenidos ni para prevenir muertes en atentados, el pretexto que se ha utilizado, desde hace siglos, para justificar la aplicación de tormentos.


El informe deja claro otra cosa importante: los servicios de información se consideran a si mismo autorizados para engañar al poder ejecutivo y al Parlamento, pero ni lo están ni deberían estarlo nunca.
Faltaría ahora que el Senado se pronunciara sobre una segunda pregunta: ya sabemos que no es lícito, ni útil, que los agentes de la CIA torturen a sus detenidos. Pero ¿qué hay de la entrega de esas personas a otros países, donde la tortura es habitual, para que sean otros los que hagan el trabajo?

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...




