La biblioteca con el nombre de Gabo

Madrid

Desde hoy el barrio de Usera, en el sur de esta urbe enorme, tiene una biblioteca municipal a la que han puesto el nombre de Gabriel García Márquez. Gabo aprendió a leer escuchando a su abuela; imaginó, como el Quijote, que las historias de mentira eran historias reales, y escribió su gran libro, Cien años de soledad, tomando datos de la vida alrededor, de las calles polvorientas de Aracataca, como si todo lo que pasara resultara parte de la fantasía. Los abuelos y los libros son los que nos enseñan que la ficción es lo que pasa; al Quijote eso lo llevó a la locura. A Gabo lo llevó a la locura de sentir que el mundo entero cabía en Aracataca.

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