Entre la bravuconería y la razón

Madrid

Sostiene Mariano Rajoy que el PP volverá a ganar las elecciones, que los españoles sabrán agradecer con sus votos el esfuerzo de su gobierno. Sostiene Mariano Rajoy que el PP y el PSOE seguirán siendo los partidos dominantes después de las próximas elecciones, que el tradicional reparto de espacios hegemónicos sufrirá desgaste pero no lo suficiente como para resquebrajarse sin remedio. Sostiene, en definitiva, Rajoy que lo que hoy dicen las encuestas no es lo mismo que dirán los votantes el próximo año. Pero los plazos se acortan y los ánimos no se enfrían. Así que lo que sostiene Rajoy tiene un riesgo cierto de no cumplirse. Y para intentar evitarlo hoy el presidente ha apostado por la mano de hierro en el congreso, por el guante de seda en la Moncloa. Con Rafael Hernando, uno de los mayores bravucones retóricos del PP, Rajoy busca enardecer a su base, conservar a los suyos, devolver a la clientela fiel del partido popular el ardor patriótico de las siglas y la ideología, el calor que siempre produce la refriega con el rival. Y con José Luis Ayllón, al que encomienda reforzar la comunicación del gobierno, el presidente apuesta por la razón y no por las vísceras, pretende explicar mejor, vender mejor la acción de gobierno para convencer a los votantes menos ideologizados, a esa parte del electorado que puede conceder la victoria. Para los suyos y contra la oposición, Hernando... para los demás y con el gobierno, Ayllón. Y ustedes, cuál de los dos creen que se acercará más a la verdad? Cuál de los dos creen ustedes que sabe lo que pasa en la barra de un bar, en el mostrador de un comercio, en la mesa de un restaurante?