Juventud con futuro

Madrid

No votaron la Constitución. Eran niños o no habían nacido cuando un guardia civil entró por la fuerza en el Congreso. No recuerdan a los dirigentes con chaquetas de pana. Naranjito no les dice nada y para alguno Cobi fue un juguete que tenía cuando apenas había dejado de llevar pañales. Pero aún así están en primera línea de la política, el arte o el deporte. Son protagonistas aun cuando han nacido en los años 80 e incluso alguno en los 90, saltándose los pasos tradicionales de la política en España. 

Felipe González llegó a la presidencia del Gobierno con 40 años. Desde entonces, sus sucesores llegaron al cargo más mayores. Con 43 Aznar, con 44 Zapatero y con 56 años Mariano Rajoy. Pero este 2014 se ha hablado mucho de Pablo Iglesias, de Alberto Garzón o de César Luena, cabezas visibles de los mensajes de Podemos, Izquierda Unida o el Partido Socialista. Iglesias es el mayor de ellos, tiene 36 años, Luena 34. Y Garzón aún menos: nació en 1985. La crisis económica, las protestas en la calle o el descontento con la política ha colocado en primera línea a dirigentes que si hubieran tenido esta edad hace una década habrían tenido más difícil llegar a esos puestos de relevancia.

Estrellas del fútbol, el cine o la cocina 

El caso de los políticos es el más llamativo, pero no es el único. Es normal que los futbolistas sean estrellas jóvenes, pero quizá no tanto que tengan prácticamente todo ganado en el fútbol jugadores que apenas llegan a los 30 años. Es el caso de Iniesta (30), Fernando Torres (también 30) o Sergio Ramos (28). 

De la misma generación es David Muñoz, que acumula tres estrellas Michelín a sus 34 años de edad. Su primera estrella le llegaba cuando apenas había cumplido los 30. Y más jóvenes aún son los protagonistas de las películas españolas más exitosas en este 2014. Dani Rovira tiene 34 años, pero Clara Lago o Jesús Castro son aún más jóvenes. Ella nació en el año 90 y él en el 93.

Son la cara del éxito de una generación que, no obstante, vive los dos extremos de la realidad. Junto a estos triunfadores jóvenes hay también una gran cantidad de personas nacidas en los mismos años que sufren todos los efectos de la crisis. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, el 30,82% de los jóvenes de entre 25 y 39 años no tiene trabajo.