Dinero rápido, dinero oscuro…
Son tan rápidos como opacos. Ponen tan pocos reparos para conseguirlos como pegas para solventar un problema
Madrid
Son tan rápidos como opacos; ponen tan pocos reparos para conseguirlos como pegas para solventar un problema si te retrasas en el pago o no pagas; en pocos casos hay tanta invitación al consumo sin ninguna transparencia... Hablo de los créditos rápidos, que te permiten conseguir una pequeña cantidad de dinero ( hasta 750 euros normalmente ) en un tiempo record: 15 minutos, como he visto en algunos anuncios en televisión. Algunas de las empresas hasta te podrán dar el dinero incluso aunque estés incluido en un registro de morosos. ¿Incomprensible? ¡No! Es precisamente su parte más interesante del negocio: que te retrases, que demores los pagos, que no pagues incluso. Hacen un buen negocio dándote estos créditos por los intereses que te cobran, es obvio. Pero si pasa algo de eso, entonces te crujen. Te pueden llegar a cobrar intereses por encima del ¡4.000%! Sí, sí, el 4.000%.
Por si fuera poco, están fuera de los controles de la Ley que regula los contratos de crédito al consumo y las empresas que los dan se escapan a cualquier control por parte del Banco de España, que es algo que pocos podemos entender… Y puede ser mucho peor: como alerta Adicae en un informe reciente, incluso puedes perder la vivienda o el coche si has utilizado estos bienes para avalar el crédito…
Tal es el oscurantismo sobre el tema, que nadie sabe las cifras que se manejan en estos créditos rápidos: por increíble que parezca, no se sabe quién lo devuelve sin más ( aunque parece que menos de la mitad ), cuántos acaban pagando intereses de usura, incluso cuántos terminan pidiendo un nuevo crédito para pagar el anterior… Y quién acaba perdiendo algo más. Y denuncias, pocas: por vergüenza, por desconocimiento, por miedo…
Un aviso para esta cuesta de enero, que puede ser terrible si no medimos bien nuestras fuerzas y los peligros de un dinero que ni mucho menos nos regalan. Ellos sí tienen fuerza, y mucha: abusan de situaciones límite bajo el manto de la desinformación, la ignorancia, el ocultismo, el engaño, la opacidad… Es, sin duda, la cara más oscura de los créditos. Y, lamentablemente, les siguen dejando actuar casi con total impunidad. Eso es lo más incomprensible. ¿No es hora ya de regularlos?