“Con un bofetón o con un insulto puedo vivir, sin mis hijas, no”
Inmaculada, madre de dos niñas, no entiende la decisión de un juez de otorgar la custodia de las menores al padre, para el que la Fiscalía pide una pena de cárcel de cinco años y 10 meses por violencia de género
El anteproyecto de corresponsabilidad parental del Gobierno propone que los jueces den visitas a maltratadores condenados.(EFE)
Madrid
Inmaculada ha perdido la custodia de sus dos hijas, de cinco y nueve años, debido a que el juez ha decidido otorgársela a su exmarido, para el que la Fiscalía pide una pena de cárcel de cinco años y 10 meses por violencia de género. Para ella solicita además cuatro meses por un arañazo durante la última agresión. La sentencia está recurrida a la Audiencia de Alicante, por lo que todavía está sin ejecutar pero el próximo 27 de febrero va a celebrarse el juicio penal por malos tratos.
Es el mismo juez, según explica Inmaculada en los micrófonos de ‘La Ventana’, el que se encarga de ambos asuntos por lo que conoce la situación existente. “La sentencia lo recoge así, [el juez] sabe que hay un proceso penal pero que siempre ha sido hacia la madre y no hacia las niñas”, asegura. La razón que alega el padre, según explica Inmaculada, es un “posible SAP, un síndrome de alienación parental”. Un término jurídico que se refiere a la manipulación por parte de uno de los progenitores para enfrentar a los hijos con el otro progenitor.
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La polémica del día: '¿Custodia y visitas para el maltratador?'
La situación para Inmaculada es insostenible. “El 22 de diciembre va al colegio a por mis hijas, a las 15:30 que salen se las lleva, y no sé nada de mis hijas hasta el día 30 que él decide devolvérmelas”, cuenta en ‘La Ventana’ a pesar de que, según explica, el auto no recoge vacaciones de Navidad y ya ha interpuesto siete denuncias.
La conclusión para ella es desoladora. Asegura que la contradenuncia es una “argucia” habitual en estos casos; en el suyo se le solicita cuatro meses de prisión por un arañazo a pesar de que, según explica, ella entró grave en el hospital tras la paliza que le propinó su exmarido y un amigo de éste. Por ello no puede evitar lamentarse de “la humillación” que sienten las víctimas. “¿Nos dicen que denuncien ¿para qué?”, asegura con la voz rota y a la pregunta de si se arrepiente de haber denunciado, su respuesta es certera: “Cada día. Con un bofetón o con un insulto puedo vivir, sin mis hijas, no”.
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'Me arrepiento de haber denunciado todos los días de mi vida'
