¿Con quién puede pactar Netanyahu?
El presidente israelí inicia hoy contactos con los partidos con representación parlamentaria tras las legislativas del martes. Analizamos los principales partidos del Knest, el parlamento israelí
Netanyahu en la campaña electoral israelí / MENAHEM KAHANA (AFP)
Este domingo, el presidente israelí, Reuven Rivlin, inicia contactos con los partidos que lograron representación en las elecciones del martes. Un trámite necesario, antes de encargar a uno de los candidatos la formación de gobierno. No hay duda de que éste será Benjamin Netanyahu.
El Knest (Parlamento israelí) tiene 120 escaños, son necesarios 61 para lograr mayoría absoluta y para tener representación hace falta superar el umbral del 3,25% de votos. En estas elecciones han entrado diez partidos, una auténtica sopa de letras que obliga a las formaciones más fuertes a tratar de pactar para poder formar gobierno.
Victoria insuficiente
El partido de Netanyahu (Likud) ganó las elecciones el martes con 30 escaños, por tanto, la formación de gobierno corresponde al actual primer ministro. El Likud, como su candidato, es conservador en lo social, neoliberal al extremo en lo económico y fanático en el plano religioso. Pero pactar con Netanyahu es una tarea dificil, la ortodoxia de su presidente llegó a provocar la escisión de un nutrido grupo de militantes y candidatos en el año 2005 y no cuenta con las simpatías de una parte de la población.
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En el otro lado y como segunda fuerza política está el Bloque Sionista, que ha logrado 24 escaños. Esta formación está compuesta en realidad por dos partidos: el Partido Laborista de Israel, encabezado por Isaac Herzog. Los Laboristas son un partido sionista-socialista, es decir, defienden la existencia del estado de Israel, pero no de forma exclusiva. También dicen creer en el Estado palestino. El Bloque Sionista está formado también por el partido Hatnuah, una formación liberal de centro-izquierda presidida por la exministra Tzipi Livni.
Una irrupción inesperada
El mismo día de las elecciones, Netanyahu se apresuró a escribir en su página de Facebook que “los árabes están yendo a votar en masa”, una estrategia para tratar de generar miedo entre los electores. Aunque Netanyahu volverá a ser primer ministro después de nueve años y no parece que esté dispuesto a cambiar sus formas ni talanta, hay algo que sí va a cambiar. Por primera vez varios partidos de árabes-israelíes acudieron a los comicios en una lista conjunta. Esta lista ha logrado 13 escaños, convirtiéndose en el tercer partido del Knest. Esto, todo apunta, les va a convertir en un fortísimo opositor del gobierno de Netanyahu.
El resto de formaciones
En general, el parlamento de Israel está escorado hacia la derecha, lo que facilitará a Netanyahu la búsqueda de socios. Tienen representación dos partidos de centro, Kulanu, escindidos del Likud, con 10 diputados y el Yesh Atid, con 11. Los laicos de extrema derecha de «Israel nuestra casa», han conseguido 6 escaños y los seculares de izquierda del Meretz, se han hecho con cinco. En el parlamento también hay varios partidos ultraortodoxos, entre ellos los ortodoxos sefardíes, herederos de los judíos que vivían en la península ibérica.
Aunque en otros lugares calificaríamos el parlamento de Israel de ingobernable, los iraelíes están acostumbrados. De momento, es pronto para saber quién apoyará a Netanyahu, pero es el único que, a día de hoy, puede lograr apoyos entre tanta sigla.
