“Salir de la Unión Europea sería un desastre para Gran Bretaña”
El mago del 'best seller' siente que las injusticias del siglo XX acabaron en la elección de Obama
Madrid
Tras cuatro décadas en el oficio, con más de 30 novelas publicadas y unos 150 millones de ejemplares de su trabajo vendidos por todo el mundo, cabría pensar que el Día del Libro no significaría demasiado para el escritor Ken Follett. Pero sí lo hace, al menos, desde el humor. "La mayor parte de mi vida estoy sentado solo en una sala, frente a un ordenador y un teclado. Estoy yo y mi imaginación. Solo en días como hoy salgo a conocer a mis lectores", apunta el galés. Ya cumplidos los 65 años, y un cuarto de siglo después de escribir Los pilares de la tierra, le siguen preguntando por aquellos personajes de la Baja Edad Media.
'Hoy hay menos violencia que hace 50 años'
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En otras ocasiones, sus lectores le hablan de alguna novela concreta que no les gustó. O de los fragmentos que se saltaron porque recogían demasiada violencia. Y en ese sentido, este mago de la novela histórica, y visitante habitual de la Segunda Guerra Mundial, celebra el presente en el que vivimos: "La vida es mejor que antes. Hay personas desesperadas, pero hay menos muertes violentas que hace cincuenta años". El umbral de la eternidad, último capítulo de su trilogía sobre el siglo XX, alude al final absoluto que podrían haber traído las armas nucleares de la Guerra Fría.
El escenario del pasado, siempre. Escribir sobre el futuro es otra cosa. "Cuento historias imaginarias que ocurren en el mundo real. La ciencia ficción ofrece historias realistas que crecen en un universo imaginario, y requieren un esfuerzo increíble", anota el galés. A finales de los noventa sí se atrevió con dos novelas ambientadas en el presente, y con más ciencia que misterio, pero no gustaron demasiado a esos lectores que, cada año, compran más de 100.000 ejemplares de su mencionada obra ambientada en el Medievo.
Y aunque la actualidad tampoco parezca llamar su atención como literato, el escritor celebra vivir en un mundo en el que los presidentes de Cuba y Estados Unidos se dan la mano: "La elección de Obama puso fin a una causa del siglo pasado a la que soy muy sensible, esta es, la de los afroamericanos". El galés nunca ha ocultado su militancia laborista, así como hoy mismo ha anticipado que nunca votaría para que su país abandonara de la Unión Europea. "Sería un desastre para Gran Bretaña", afirma, con vehemencia, el escritor.
Mientras su simpatía a la hora de pensar en el mundo en el que vive contrasta con la crisis, algunos de los lectores que se cruzan con él por la calle quiere ver en Follett al artista crítico con el sistema. ¿De dónde sale tanto optimismo?, le preguntan: "Las bibliotecas ya son más importantes que los bancos, porque quienes no pueden leer no pueden ser banqueros". Y su elegancia en el gesto, su inglés y su sonrisa no dejan entrever con facilidad si, acaso, este mago de los best seller está hablando con sarcasmo.