Los dos únicos caminos de Aguirre

Madrid

Esperanza Aguirre tiene dos posibilidades. La primera, aceptar la derrota, abandonar la presidencia del Partido Popular en Madrid y permitir un cambio generacional, que ayude a regenerar una estructura gravemente corrompida.

Puede también negarse a aceptar la situación, romper el PP de Madrid y crear un nuevo partido, situado a la derecha, la extrema derecha, del Partido Popular.

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Lo que no tiene sentido político es que crea que puede aprovechar la oleada de dimisiones en la estructura territorial del Partido Popular a nivel nacional, para intentar echar al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y optar ella misma a ser la candidata presidencial en unas primarias que se celebrarían en pocos meses. Creer que tiene la fuerza y la capacidad de encabezar una operación semejante es un espejismo, en primer lugar porque no cuenta con el apoyo de los otros barones del partido y en segundo, porque existe una nueva generación de políticos populares a la espera de una ocasión.

La iniciativa de Esperanza Aguirre de presentarse como una posible muñidora de un centro izquierda cohesionado en torno a su figura con el objetivo de expulsar a Manuela Carmena de la alcaldía de Madrid es todavía más extraña, por no decir esperpéntica.

Es posible que a la señora Aguirre aun le queden algunos asesores sensatos que le ayuden a recapacitar. O lo primero o lo segundo. No tienen más caminos.