Tribunal de Mujeres de Sarajevo

Madrid

Mujeres de Serbia, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Kosovo procedentes de todos los países de la antigua Yugoslavia, declararon ante este tribunal los crímenes de guerra que se cometieron contra ellas, todavía impunes. Se unieron más allá de diferencias étnicas, religiosas o territoriales que enfrentaron a esos pueblos, consiguiendo dar una imagen de unidad, coordinadas por la Asociación Negro Belgrado, una organización perteneciente a uno de los países agresores, y recibidas como miembros de la familia en bosnia.

Que se hayan juntado mujeres de todas las naciones de esta antigua república no es solo una muestra de solidaridad a través del as fronteras sino un posicionamiento político que desafía las destructivas fuerzas de extrema derecha que trabajan en la región y en el conjunto de Europa, según contaba Luz González que ha participado en las sesiones de este tribunal.

En el Tribunal de mujeres han dado su testimonio sobre la violencia ejercida sobre ellas durante los años 90, así como las violencias que reciben después de las guerras, porque es evidente la continuidad de las injusticias y las violencias que conectan la guerra con el periodo de postguerra.

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Se hizo especial hincapié en la violencia de género, los crímenes de guerra de violación, incluyendo los que con fines nacionalistas exacerban la violencia masculina ejercida contra las mujeres.

Durante el proceso preparatorio del Tribunal de Mujeres surgieron los dilemas y los retos en torno a la responsabilidad y la rendición de cuentas, el nacionalismo que traspasa las culpas a los otros y la minimización de los crímenes cometidos.

En el Tribunal de Sarajevo participaron mujeres de varios países que sufrieron crímenes similares, las Madres de la Plaza de mayo de Argentina, de Israel, Palestina, Argelia. También hubo representación de organizaciones de Australia, Estados Unidos, Canadá, Italia, Bélgica, Reino Unido, Francia y España.