Cuando el sexo es un suplicio para ellas (y no se atreven a contarlo)

Madrid

Es cierto que cualquier término que acaba en “ismo” nos asusta, y más cuando nos estamos refiriendo a la salud sexual. Por eso, cuando muchas mujeres sienten que “no pueden” mantener relaciones sexuales, la respuesta más común es evitarlas, ocultarlo y esperar a que pase. Pues bien, eso sólo puede hacer que el problema se agrave.

Tal y como explicó en ‘Contigo Dentro’ la coach sexual Carolina Armero, el vaginismo es una afección que, en un 98% de los casos, tiene causas psicológicas y puede ser primario o secundario. “Si es primario es de toda la vida, esa mujer no ha podido tener relaciones sin dolor nunca, incluso cuando se pone un tampón, no sólo necesariamente durante el coito. Su cerebro manda una orden de tal manera que la musculatura pélvica se contrae.”

En esos casos mantener relaciones sexuales es muy doloroso y lo más efectivo es acudir a un profesional para tratarlo. El tratamiento comienza con una valoración psicológica con la que se determinarán las causas y a continuación se pauta una serie de ejercicicios pélvicos con los que “su vida sexual va a mejorar”

Hay que diferenciar el vaginismo de la dispareunia, ya que esta última es una enfermedad “pre, durante y post coito, y no necesariamente interna, te podría doler cualquier parte: el clítoris, los labios, etc.”

Carolina Armero puso en funcionamiento El Paraíso Secreto con el fin de prestar ayuda psicológica y mostrar las técnicas adecuadas a quienes tienen problemas médicos relacionados con la sexualidad. Entre otras cosas, su experiencia le ha demostrado que la juguetería erótica puede ser de gran ayuda: “se puede superar problemas médicos con juguetería”.

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