El placer de adorar los pies
Marilyn Manson, Tarantino o Carlos Baute han confesado su fetichismo por los pies


Madrid
Cuando el río suena, agua lleva, y si la revista Playboy ha dedicado cuatro números especiales al fetichismo de pies, será por algo. El fetichismo sexual de los pies, también llamado podofilia, lleva a encontrar la excitación al contemplar, acariciar, masajear, oler, lamer o besar los pies de otras personas y se produce principalmente entre los hombres.
El fetichista de los pies disfruta tanto incluyendo estas prácticas dentro de sus juegos eróticos como fuera de ellos, ya que la adoración de los pies ajenos no siempre implica que vaya a producirse un encuentro sexual. Cuando los pies se utilizan de forma específica para la práctica sexual, se llama FootJob, que significa literalmente “trabajo con los pies” y consiste en estimular el pene con esta parte del cuerpo.
Diversas teorías psicológicas tratan de buscar el origen de este fetiche y el hecho de describirlo como parafilia también está sujeto a debate, ya que si bien muchos manuales de psicología consideran que excitarse sólo con los pies denota una conducta patológica, hay otras teorías que apuntan a que si el fetichista obtiene placer de esta forma y su acompañante lo disfruta y está de acuerdo, no hay ningún problema.
En ocasiones la podofilia se mezcla con prácticas de dominación y sumisión, pero no todos los fetichistas de pies participan de estos juegos. Hay además una estrecha vinculación con el fetichismo por los zapatos o el fetichismo por las medias, pero no siempre están relacionados.
Este domingo en ‘Contigo Dentro’, sabremos todo lo que hay detrás de este fetiche, lo que siente un fetichista de los pies y su pareja y aguna sorpresa más.




