¿Qué es un golpe de calor?
La sintomatología es clara: pérdida de líquidos y sales. Bebés y mayores los más vulnerables

Un hombre bebiendo para sobrellevar las altas temperaturas

Madrid
El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal aumenta por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicio en un ambiente excesivamente caluroso y poco ventilado. Se sucede entonces una pérdida de líquidos, agua y sales, elementos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. En esta situación, el cuerpo tiene dificultad para regular la temperatura a través de la sudoración.
Los síntomas son muy claros: sed intensa, sequedad en la boca, fiebre por encima de los 39ºC , sudoración excesiva, piel seca, calor sofocante, mareos, vómitos, calambres, desorientación... En los bebés se puede evidenciar porque tienen la piel muy irritada en cuello, axilas y pecho.
Junto a los bebés, las personas más mayores o los enfermos crónicos son los que más riesgo tienen de sufrir un golpe de calor. Hay que tener en cuenta otros factores que pueden hacernos más vulnerables al calor. Por ejemplo: beber alcohol o tener la piel demasiado quemada por la exposición al sol.
Para evitarlo se recomienda beber mucha agua, y sobre todo, ofrecerla a los más pequeños, no esperar a que la pidan. En el caso de los adultos es recomendable no tomar bebidas con cafeína y ricas en azúcar. En definitiva, estar bien hidratados (la fruta puede aportarnos mucha agua también)
Si notamos que podemos sufrir un golpe de calor lo mejor es acudir inmediatamente a Urgencias o llamar al 112.




