“A la realidad hay que mirarla de frente”

Madrid

Lila Downs ha crecido entre dos mundos, o mejor dicho, entre tres culturas: la mexicana, la indígena (originaria de su madre) y estadounidense (de su padre). Sin embargo, esta cantante, actriz y antropóloga se identifica más por su corazón azteca, y por ese motivo ha elegido reflejar el momento que vive México en el décimo álbum de su carrera, Balas y Chocolate.

Uno de los temas que refleja esta discografía es el Día de los Difuntos, que tanto se celebra en el país latinoamericano: "La sociedad mexicana trata a la Parca (Muerte) con alegría y naturalidad en su vida, aunque también se la teme". Conocida por tomar la realidad de frente, en este álbum habla sobre la violencia pero también de los excesos y el placer, sin faltar su llamada para cuidar la Tierra.

En esta celebración de la vida y la muerte, la cantante ha contado con la colaboración de artistas como Niña Pastori, Juanes o Juan Gabriel. "Juanes me buscó para cantar Patria madrina, mientras que recé mucho a la virgen de Guadalupe para que Juan Gabriel estuviera con nosotros en Farsante" ha expresado esta artista, considerada la heredera de Chavela Vargas, muy orgullosa de haber contado con todos ellos.

La mexicana se ha sorprendido por el recibimiento en nuestro país. Tampoco se esperaba el que ha obtenido en Estados Unidos, mayor que el de México.  Aunque dedicada a poner en valor las raíces aztecas, Downs ha explorado muchos estilos musicales. El jazz, anota, lo guarda para un próximo disco. Downs, activista por los derechos humanos, es una de las mujeres más influyentes de América Latina. Así lo cuenta una de sus últimas composiciones: "el que no respete le parto el corazón".