Ayudemos a Piqué

Madrid

Aun con la victoria de anoche, me preocupa la actitud de la Selección Española de Baloncesto esta noche frente a Alemania, porque si pierde esta noche, mañana regresarán a casa casi con toda seguridad. Me preocupa, no tanto el talento que, aun con ausencias muy señaladas, esta selección lo mantiene, pero sí le falta un punto de carácter contundente a la hora de defender. De ahí que nos estén haciendo tantos puntos en este campeonato.

Ésa es mi preocupación para esta noche, al tiempo que me congratula la convocatoria de prensa que ha dado Gerard Piqué para este mediodía con la intención -no puede haber otra- de para ya esta espiral de ser el niño malo y travieso de la clase. Yo conocí a Piqué con 11 años junto a Cesc, y era un chavalín encantador, travieso como el que más, pero osado y soñador porque se le veía muy seguro de sí mismo.

Ahora que todos sus sueños se han cumplido, me dolería continuar viéndole a Piqué en esta pesadilla. Deberíamos ayudarle a despertar, pero no lo hagamos con sobresaltos.