¿Para qué creerán que les elegimos?
José María Izquierdo fija su ojo sobre la responsabilidad de los representantes políticos de lo que ocurre en el país
Madrid
Les cuesta entender a los políticos, y no sólo en España, para qué les elegimos los ciudadanos. Deberían estar al cabo de la calle de que desde el mismo momento en el que aceptan la presidencia de un gobierno, son ellos, y no otros, los responsables de lo que ocurra en ese país. Seguramente no son culpables –o lo son únicamente en una parte- de que los sirios, por ejemplo, inunden Europa. Pero sí lo son, todos ellos, del caos que actualmente están sufriendo en sus carnes, hombres, mujeres y niños ante la incompetencia de quienes han presumido durante décadas, como poco, de contar con unos gobiernos competentes, los más eficaces del mundo civilizado, capaces de enfrentarse a problemas logísticos complejos.
Mentira: nada atisbaron, de nada se enteraron -¿para qué pagamos entonces los desorbitados presupuestos de los servicios secretos?-, nada habían preparado, ni ahora saben qué hacer sus educados ministros ante la avalancha humana que se hacina en las fronteras. Pues a los políticos les elegimos, precisamente, para que solucionen estos y otros problemas de similar envergadura.
¿Acaso a Rajoy y a su gobierno no se les paga para que sepan resolver grandes conflictos, como el catalán? ¿Mas ha hecho barrabasadas? Bien, vale, pero ¿para qué elegimos a un presidente que en cuatro años no ha movido un dedo para solucionarlo? ¿Sirve para algo quien nada hace?
