Hamburguesa de medusa con saltamontes de guarnición

Madrid

La falta de recursos y una población que no para de crecer son dos de las principales amenazas para el futuro del planeta. Por eso la ciencia y algunos cocineros van pensando nuevas recetas con productos más eficientes y a los que hasta ahora no hemos hecho mucho caso. O al menos, en esta parte del mundo. Es lo último no, lo siguiente en comida. Hay futuro después de la pizza hawaiana.

Por ejemplo, en los insectos. Hasta ahora, eran un exotismo que se podía encontrar en mercados asiáticos. Tan extraños son para la mayoría de occidentales que, por ejemplo, en Khao San Road y otros de los infinitos mercadillos de Bangkok cobran solo por fotografiar estas arriesgadas frituras. También son consumidos en México y, de hecho, la FAO calcula que ya forman parte de la dieta de casi 2.000 millones de personas en todo el mundo. ¿Por qué los insectos son lo último? Porque consumen pocos recursos, son eficientes y nutricionalmente altos en proteína. Vamos, que además de sanos no nos cuesta mucho su crianza para el consumo humano. Y ya están en la alta cocina.

Los grandes chefs también trabajan con otro animal con mucho contenido proteínico y que también suena un poco a chino es la medusa. Y nos suena con razón, porque es allí donde, por ejemplo, se consume. Pero los cocineros occidentales también se atreven con ella. Stefan Gates es un presentador de televisión que experimenta con la comida. Tiene varias recetas llamativas. Una de ellas, haciendo honor a su origen británico, es el 'jellyfish and chips' (medusa con patatas), una interpretación del  'fish and chips' (pescado con patatas) tan típico en las islas.

Otra propuesta de Gates: la hamburguesa de medusa. Suponemos aquí al lector más carnívoro tirándose de los pelos, arrancándose a jirones la ropa. Aunque también es cierto que los dibujos animados de Bob Esponja ya dieron una pista con su 'burguer cangreburguer', la receta de cangrejo como su nombre indica. Tranquilidad para los fans del pan con carne picada, que en breve vamos con la hamburguesa más parecida a la tradicional que nos espera a la vuelta de la esquina de estos tiempos modernos.

Antes, tenemos que hablar de otra que no es exactamente de ternera, pero se parece. No por casualidad se llama Hamburgue Imposible. Tiene aspecto de carne, textura de carne, sabor similar al de la carne (aseguran sus creadores)... Pero está hecha de proteína vegetal. El mismo proyecto que está detrás de esta hamburguesa, ha conseguido también un queso con el mismo procedimiento. Puede que chirríe una hamburguesa de carne sin carne. Otro oxímoron que se suma al café descafeinado y la leche sin lactosa. Pero aún más rara parece la hamburguesa de probeta y ya existe: está hecha en laboratorio a partir de células madre de vaca. Calma, aún quedan como mínimo 10 años para verla en el mercado. Por eso no es lo último en comida, sino lo siguiente. Lo que está por llegar.