El legado de la LOGSE cumple 25 años

Madrid

La LOGSE fue la ley que modernizó el modelo educativo en nuestro país, acercándolo a los países de nuestro entorno. Extendió la educación obligatoria hasta los 16 años y apostó por una educación comprensiva, combinando calidad y equidad, para que todos los alumnos tuvieran las mismas oportunidades. Esta ley introdujo el concepto de atención a la diversidad, con apoyo del sistema educativo para que todos los alumnos obtuvieran el éxito escolar. La LOGSE dignificó la Formación Profesional, apostó por extender la Educación Infantil, abrió los centros educativos a la participación de las familias a través de los Consejos Escolares e introdujo la educación en valores.

La ley que, en general, contó con una buena aceptación por parte de la comunidad educativa y los centros, que participaron y debatieron en los claustros sobre sus objetivos. Pero, con el tiempo, la LOGSE generó muchas frustraciones, en parte debido a la que fue su principal debilidad: no tuvo la financiación necesaria para poner en marcha todas las medidas que pretendía desplegar. En ese sentido, Francisco García Suárez, secretario general de la Federación Estatal de Enseñanza de CCOO, recuerda que "la LOGSE se diseñó en una etapa de expansión económica, pero fue aplicada en una etapa de contracción de la economía. Sin recursos, las grandes apuestas quedaron a mitad de camino y no pudieron concretarse".

Lo que queda de la LOGSE

En 2002, el Gobierno del PP presidido por José María Aznar aprobó una nueva ley eductavia, la LOCE, que no llegaría a entrar en vigor. En 2006, 16 años después de su entrada en vigor, la LOGSE sería sustituida por la LOE y esta, a su vez, por la LOMCE, la llamada 'Ley Wert', aprobada en 2013. La LOGSE sigue siendo, pues, la ley educativa más duradera de la democracia hasta el momento. Dejó una herencia importante, según Francisco García Suárez, de CCOO. "Queda el convencimiento de que no puede haber calidad sin equidad, y eso tiene mucho que ver con el rechazo que por parte de la comunidad educativa, de una forma prácticamente generalizada, ha tenido la LOMCE. Queda el convencimiento de que hay que apostar por la calidad para todos y por un sistema inclusivo en vez de por uno que niegue oportunidades de formación a los alumnos. Y, por supuesto, queda la apuesta por la Formación Profesional y por la Educiación Infantil, que hoy en nuestro país está universalizada".

A pesar de todo, los sindicatos siguen considerando que la educación en España continúa teniendo muchas asignaturas pendientes. Carencias que no ha logrado cubrir ninguna de las múltiples leyes educativas aprobadas desde la transición, entre ellas: una inversión económica adecuada en educación (en la actualidad se invierte, señala CCOO, el 4,1% del PIB), la dignificación del profesorado (con la negociación de un Estatuto Docente que defina bien el papel del profesorado y sus señas de identidad), y la reducción del abandono educativo temprano por parte de los alumnos.