¿Alguien sabe cómo se puede negociar con la CUP?

Madrid

No debe de ser fácil ejercer de dirigente coral de la CUP. De entrada, porque hay que tener mucha confianza en tus ideas –rayana en la temeridad, nos atreveríamos a decir- para autoconvencerse y tratar de convencer a los demás, de que lo que han votado 336.375 catalanes, el 8,20 del total, traducidos en 10 escaños de los 165 del Parlament, ha de marcar la ruta a los 3.779.432 catalanes que no les han votado, o lo que es lo mismo, que sus 10 escaños se impongan a los 155 restantes. Porque hasta ellos deberán considerar abusivo añadir a su programa de máximos a quienes votaron a Romeva, a Mas o a Junqueras.

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Segundo, porque les cuesta entender que para llevar a cabo esas cosas que dijeron ayer, desde abrir “un proceso constituyente hacia la República catalana”, hasta poner en marcha un plan de choque contra la pobreza, solo se puede hacer, por mucho discurso altisonante que le echen, cuando se está en un Gobierno y se cuenta con un presupuesto para llevarlo a cabo. Pero resulta que son ellos quienes impiden que se forme ese gobierno, en base a ese nebuloso 'no' al nombramiento de Artur Mas, a quien quieren los 62 parlamentarios restantes de la posible coalición.

Aún debe haber una cosa más difícil que ser dirigente de la CUP: tener que negociar con ellos.