¿Enredados por un sinónimo?

Madrid

Arantza Quiroga ha presentado hoy su dimisión como presidenta del PP vasco. Lo hace una semana después de impulsar una moción que intentaba sumar a la izquierda abertzale a una mesa de paz y convivencia sustituyendo la exigencia de "condenar del terrorismo" por la de "rechazar expresamente la violencia". Y el PP puso el grito en el cielo. En la España del eufemismo sorprende que uno de sus adalides apure tanto entre sinónimos, porque con el diccionario en la mano se tiene que matizar mucho para encontrar diferencias entre "dar por malos unos hechos", que sería condenar, o "mostrar desprecio" hacia ellos, que sería rechazar.

A estas alturas, hasta los asesinos tienen claro el relato: la democracia acabó con ETA sin que sus crímenes consiguieran uno solo de sus objetivos. Y enredos pasados con las palabras - conversación o negociación, banda terrorista o Movimiento Vasco de Liberación Nacional, como se le escapó a Aznar - pasaron a mejor vida como los asesinatos de ETA. Ahora se trata de consolidar en Euskadi un futuro de paz y convivencia y sería una pena que en el camino se tropiece con las palabras cuando los hechos son tan elocuentes.