La alegría de vivir
"Algunas palabras, como cáncer, siguen generando esa reacción de pánico que es tan comprensible, tan humana…. pero que debemos intentar por todos los medios que no nos devore."
La opinión de Francino | La alegría de vivir
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Madrid
Que levante la mano el que no haya sentido miedo cuando alguna enfermedad grave se cruza en su camino. O porque le toque directamente o porque afecte a alguien de su entorno; pero seamos francos: algunas palabras, como cáncer, siguen generando esa reacción de pánico que es tan comprensible, tan humana…. pero que debemos intentar por todos los medios que no nos devore. Por eso cualquier iniciativa, cualquier historia que nos ayude a conseguirlo merece un aplauso. Hoy tendremos que dar cinco, bueno seis aplausos….porque esta tarde se asoman a 'La Ventana' cinco mujeres que han superado un cáncer de mama y que para…..celebrarlo…..han subido al Kilimanjaro. Cinco aplausos van para ellas y el sexto para el loco -¡bendita locura!- para el loco del periodista que tuvo la idea.
Y alguien puede pensar, con razón, que ¿qué tendrá que ver el cáncer con la montaña? Pues eso, que es cuesta arriba, muy cuesta arriba. Y que si consigues llegar a la cumbre, es decir ganarle la batalla, pues tienes motivos para darte un homenaje. Y además para que otros –y otras- que están como tú, sepan que es posible hacerlo. Ese es el espíritu y el doble mensaje que encontramos en el reto de estas cinco mujeres. Nos hace mucha ilusión hablar con ellas, pero la vida –por desgracia- no es cuento de hadas. Y resulta que anoche, justo cuando cerrábamos los últimos detalles de la entrevista, nos enteramos de que Nacho Mirás había muerto. ¿Les suena el nombre….no? A lo mejor les suena más por Rabudo, que es el nombre de su blog: rabudo.com; un rabudo en gallego es alguien rebelde, que no se conforma. Y así era Nacho, periodista también, profesor, al que conocimos hace menos de dos años cuando se destapó públicamente para contar eso: que estaba enfermo y que había decidido no esconderse.
Gracias a las mujeres que esta tarde van a asomarse a la Ventana. Les debemos la mejor medicina cuando nos ronda la muerte, que es: la alegría de vivir.