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Llegando al futuro

Viajar en el tiempo es una de las grandes fantasías del ser humano y una temática muy popular en muchas novelas y películas de ciencia ficción.

Fotograma de la película Regreso al Futuro (Robert Zemeckis, 1985) con sus protagonistas Marty McFly y Emmett Brown

Fotograma de la película Regreso al Futuro (Robert Zemeckis, 1985) con sus protagonistas Marty McFly y Emmett Brown

Madrid

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SER Historia: La lujuria en España (16/10/2015)

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El primero en narrar un viaje temporal dentro de la literatura de ficción fue el dramaturgo noruego Johan Herman Wessel, que escribió en 1781 la obra Año 7603, en la que un hada transporta a un hombre al futuro. Pero el primero en hablar de un instrumento mecánico para viajar en el tiempo fue el español Enrique Gaspar y Rimbau, invento que describe minuciosamente en su libro El anacronópete (1887). Pero la novela más famosa sobre esta temática es La máquina del tiempo, del escritor británico H.G. Wells y publicada por primera vez en 1895. En el medio televisivo la más conocida es la TARDIS, de las serie británica Doctor Who; pero seguramente la máquina del tiempo más famosa es la que aparece en la saga cinematográfica de Regreso al Futuro: el famoso DeLorean (en un principio iba a ser una nevera pero se consideró que era mejor que se moviera) y el condensador de fluzo.

Según el Principio de Autoconsistencia de Nóvikov, desarrollado por el astrofísico teórico y cosmólogo ruso Ígor Nóvikov a mediados de los 80 para resolver los problemas de las paradojas en los viajes a través del tiempo, si un evento ocurre y produce una paradoja temporal la probabilidad de que ese evento ocurra es cero. Así, si viajas al pasado para cambiar algo, acabarás siendo el factor desencadenante en ese suceso; es el caso de la película Terminator (James Cameron, 1985).

En cambio, si obviamos este Principio, el tiempo es flexible, mutable, donde los cambios pueden crear una línea temporal alternativa; como en Regreso al Futuro (Robert Zemeckis, 1985).

Bob Gale, guionista de la saga junto al director Robert Zemeckis, se inspiró en el anuario del colegio de su padre para crear Regreso al Futuro, ya que al ver las viejas fotos de su padre comenzó a preguntarse si habrían sido amigos en caso de nacer en la misma época.

El gran éxito de Tras el Corazón Verde (Robert Zemeckis, 1984) y el aval de Steven Spielberg permitieron que los Estudios Universal dieran luz verde al proyecto, un libreto rechazado anteriormente por muchas productoras.

Los artífices de la película querían a Michael J. Fox como Marty pero en el momento del casting no estaba disponible por su contrato con la telecomedia Enredos de Familia. Contrataron a Eric Stoltz en su lugar, un joven prometedor que había sorprendido con su interpretación en Máscara (Peter Bogdanovich, 1985) pero al ver que no funcionaba recurrieron a Fox pese a sus problemas de agenda.

El 3 de julio de 1985 se estrenó Regreso al Futuro, una de las películas más taquilleras de su década, una diversión familiar con un extraño tema edípico que flirtea con el incesto y que juega con la profunda nostalgia que los americanos siguen sintiendo por la década de los 50.

“Nunca pensamos en una secuela; el coche volador del final del film original era una broma. Pero un éxito así se convierte en algo más grande que tú”, contaba el director Robert Zemeckis años después.

Tras ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis, 1988), los autores filmaron a la vez dos continuaciones con más efectos especiales.

En Regreso al Futuro II (Robert Zemeckis, 1989) se muestra el futuro. Así, el 21 de octubre de 2015 es el día en el que Marty McFly y Emmett Brown llegan a nuestro tiempo, un salto temporal de una generación para conocer a los descendientes del protagonista. Zemeckis y Gale eludieron un enfoque orwelliano como el que aparece en la novela distópica 1984 (George Orwell, 1949) intentando mostrar una evolución posible tanto estilística como tecnológica. Así, en la película aparecen multitud de detalles que se aproximan bastante a lo que hoy en día tenemos a nuestro alcance: gafas de realidad aumentada parecidas a las Google Glass, reconocimiento vocal, lector de tarjetas de crédito portátil, televisiones multiventana, drones como cámaras auxiliares, cámaras de fotografiar digitales compactas, control remoto de videojuegos, videollamadas o puertas que se abren con huellas dactilares. Otros no los tenemos alrededor nuestro (aún): anuncios con hologramas en 3D, coches voladores, basura como combustible, bambas con robocordones, monopatines voladoras o chaquetas autoajustables.

Tras visitar el año 1885, la época del salvaje oeste, en Regreso al Futuro III (Robert Zemeckis, 1990) los creadores completarían una trilogía clave en los relatos de viajes en el tiempo, regalando una pareja perfecta a la Historia del Cine ochentero: Michael J. Fox y Christopher Lloyd.

El director volvería a triunfar con su siguiente película: Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994). En este caso el protagonista también vivirá acontecimientos cruciales, pero no solo para su familia, sino los de su país durante varias décadas. Pero esa es otra historia…

 
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