El viejo y falso Oeste
CADENA SER
La justicia norteamericana procesa con lentitud una demanda curiosa desde 2007. Se exige a dos ex miembros de la oficina del sheriff del condado de Lincoln, que entreguen documentos y resultados de análisis de ADN, realizados durante una investigación con el banco de trabajo del carpintero donde fue colocado el cadáver de Billy El niño, con manchas de su sangre. El pistolero más veces llevado a la pantalla nos conduce en el audio a un viaje virtual por Dodge City hacia 1881. Estados Unidos se había convertido en un país de dependientes del opio y otras drogas. Al margen de la dependencia recreativa o desesperada (la vida media de una prostituta china de barrio rojo era de seis años), se necesitaban calmantes. La llegada de la aspirina a principios del siglo XX, comenzó la reducción de la dependencia a los opiáceos.
Paul Newman en "El zurdo"
Paul Newman en "El zurdo"
El cambio del Oeste heróico a uno más realista, se produjo en la década de los ochenta, pero los símbolos de esta historia mal contada por el celuloide popular siguen vivos. Hasta 1985 la literatura del Oeste era herencia de las pulp fiction, novelillas rápidas de escribir y leer, editadas en papel malo. Cormac McCarthy, autor de la adaptada al cine “La carretera” , publicó ese año "Meridiano de sangre", una gran obra realista.
La realidad hoy del Salvaje Oeste es turística, tal y como nos cuenta una vecina de la ciudad donde se produjo el duelo en OK Corral. España es el país europeo que más raíces mantiene del Oeste clásico. Juan Gabriel García conoce muy bien la relación entre el cine y Almería. En estos momentos se rueda un western, a las puertas del infierno, del que es co guionista; pero su relación con el tema está en sus libros y contenidos de Internet.
Paqui Ramos conecta con ese Oeste que sobrevive y da para vivir a más personas de las que pudiera pensarse.
Paqui Ramos con un miembro de la banda de los James / Paqui Ramos
Paqui Ramos con un miembro de la banda de los James / Paqui Ramos
La mayoría de los pistoleros llevaban el arma en el bolsillo, no tenían problemas en disparar por la espalda ni desde la oscuridad. Sabían que sus armas no eran muy precisas... ¿O sí?
Nos saca de la duda un armero de tercera generación, Roberto Expósito Vázquez , federado en arma corta en cuanto pudo, a los 18 años, que pone sobre la mesa el arma fetiche del cine del Oeste: el colt 45 Pacificador. Los coleccionistas de armas cortas mueven un mercado de miles de millones, y también son influidos por la moda que llega desde el cine y la televisión. Las pistolas Glock triunfan en estos momentos, con más de dos millones y medio de unidades vendidas. Nadie de la industria creyó que esto pudiera ocurrir con una pistola de plástico, como nadie creyó en colt cuando tuvo la intuición, a bordo de un barco que enrollaba sus amarras, del revólver.
