Se nos olvidó Guantánamo

Madrid

Pasó el tiempo, los años y se nos olvidó que existe Guantánamo y las personas que están encarceladas allí, rompiendo todas las normas del derecho internacional. Esta semana salió de Guantánamo y viajó a Londres el registrado como preso 239. Se llama realmente Shaker Aamer, es británico de nacionalidad, fue sepultado en Guantánamo cuando tenía 35 años y ha recuperado la libertad a los 49, es decir, 14 años después. Como nunca fue acusado de nada, no es posible saber qué delitos se sospechó que había cometido. Fueran los que fueran, el resultado de esos 14 años en Guantánamo es exactamente el que es: un hombre aterrorizado y destruido física y mentalmente que requerirá, según los médicos que le atienden ahora, muchos años de tratamiento.

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Se nos había olvidado lo que ha sido y lo que es Guantánamo y ahora nos lo recuerdan con frialdad de diagnóstico los médicos ingleses: Aamer asocia cualquier conversación a un interrogatorio militar, algo que siempre terminaba con un largo periodo en el que se le retiraba el derecho a ir a un baño. Es decir, que ahora, cuando quieren hablar con él, padece severas retenciones de orina. Los largos periodos en los que permaneció aislado le han provocado alucinaciones auditivas. “El impacto psicológico ha sido brutal”, explica su médico. “Comprendan. Ha estado en el infierno”. En sus ocho años de mandato, el mismísimo presidente Obama fue incapaz de cerrar Guantánamo, pese a haberlo prometido. Cualquier horror es posible.