Echen el freno, por favor, que ya estamos al borde del precipicio
José María Izquierdo fija su ojo sobre la situación política en Cataluña y los asesinatos machistas

Madrid
¿En qué momento el sentido común, o la dignidad, o la prudencia, o cualquier otro sentimiento, que ahora todo vale, aconsejan decir basta, hasta aquí o hemos llegado al límite?


Seguramente en el tema catalán, escalón tras escalón, hace tiempo que hemos superado ese supuesto, pero todavía queda un rescoldo de esperanza para creer que lo más inteligente, sobre todo por parte de quien ha pisado el acelerador a fondo es parar, echar el freno y tomarse un minuto de reposo. Como en aquellas carreras de frenéticos rebeldes sin causa que se quedaban al borde del precipicio. Ya sabemos lo que hará hoy el Parlamento catalán, salvo sorpresas, y también suponemos que el Tribunal Constitucional, ahora sí, ponga pies en pared.
Parece pues que estamos en un momento propicio para dar esa oportunidad a la reflexión y reiniciar un proceso, el que sea, desde la legalidad y el diálogo. Lo más probable –trámites burocráticos incluidos- es que el Parlamento catalán nada efectivo pueda hacer antes del 20-D. Y tampoco habría que esperar gestos desmedidos del Gobierno del PP, inmerso en una terrible campaña electoral. Pedimos, por favor, un periodo de silencio, a la espera de los dos nuevos Gobiernos.
Basta, también, hay que gritar ante los asesinatos de mujeres. Solo un día después de la Marcha en Madrid, cuatro muertes más. ¿Nunca va a tener fin esta locura?




