Consumidores y 20-D: soluciones diferentes

La competencia entre las gasolineras es uno de los temas que preocupan a los consumidores. / GETTY

Madrid
En el día después al 20-D, con resultados que dejan abiertas muchas puertas, los consumidores nos debatimos entre qué mariscos comprar, dónde estarán más baratos los langostinos, si el cordero que nos venden como oferta es realmente “nacional” o nos están dando gato por liebre ( congelado y traído de sabe Dios qué país ) y si, finalmente, el cuñado vendrá o no vendrá y nuestros problemas “cotidianos” y cómo se solventarán después de estas elecciones – y resultados - “infartantes”. Porque las soluciones a nuestros problemas pasan también por quién gobierne finalmente. Como dije en un videoblog hace una semanas, las soluciones que plantean los partidos a los problemas que tenemos en el día a día, no son iguales. Ni parecidas. Aunque en los programas parezcan parecidas. Y ni os digo teniendo en cuenta los posibles pactos.
Ni para permitir que se corte o no la luz – es decir, también la calefacción - a los que no pueden pagarla, ni para evitar otras “preferentes”, ni para acabar de verdad con los desahucios, ni para abrir la puerta o dar portazo definitivo a las daciones en pago, ni para evitar las comisiones abusivas de los bancos, ni para zanjar que los abusos” de algunas empresas se zanjen con multas ridículas, ni para buscar salidas a líos como de de las preferentes, ni para potenciar de verdad el papel de las asociaciones de consumidores, ni para modificar una ley de garantías que no sea tan chapuza como la actual, ni para cambiar la Ley General de los Consumidores, ni para acabar con las subidas constantes en el precio de la luz, o para que los precios de las gasolinas se ajusten al mercado y no a lo que marcan unas cuantas compañías. Vamos, competencia de verdad y no de cartón piedra.
Los consumidores estamos hartos de que nos tomen el pelo. Con palabras, decretos y leyes que tenemos el derecho a pensar piensan mucho más de lo deseable en proteger a grandes colectivos que a los consumidores finales. En estos últimos días, sin ir más lejos, dos noticias que hablan de la indefensión de los usuarios:
El Gobierno anuncia una bajada de la luz del 0,7%, con más tintes electoralistas que otra cosa. Pero, como escribía el viernes en un twit, lo que no se decía es cuánto subiría más adelante. Porque los expertos, como Jorge Morales, habitual colaborador en Ser Consumidor, ya ha hablado de que cuando se conozcan otros costes, “a lo mejor lo que ocurre es que, cuando realmente tengamos esos costes, en vez de bajar un 0,7% la tarifa eléctrica lo que resulta es que sube". Pero, sobre todo, después de las subidas de los últimos años, incluyo, claro, a los gobiernos de PSOE y PP, que nos ha convertido en el segundo país europeo con la energía más cara, ¿se puede sacar pecho con un 0,7% de bajada? Mucho ruido alrededor de las tarifas, la polémica del déficit tarifario, los nuevos contadores, las factura que nadie entiende, pero ahí estamos, pagando como casi nadie por el recibo de la luz…
No es el único ejemplo. ¿Os acordáis de la polémica de cobrarnos por utilizar los cajeros de otras entidades? Alguna entidad como Caixabank llegó a cobrar 2 euros. Bueno pues el Gobierno les puso trabas, es verdad, sacó un decreto para minimizar los efectos de esos cobros, pero curioso: se le “olvidó” poner un tope. Pues los tres grande, CaixaBank, Santander y BBVA, con mayoría de cajeros en el país, ya han tomado una decisión como regalo navideño: te cobrarán dos euros si usas un cajero que no es el de tu banco. Otras entidades, 0,65 céntimos. Ellos, 2 euros.
De nada han servicio las palabras de De Guindos, diciendo que con el nuevo sistema – aprobado hace sólo unos meses, las tarifas serían más reducidas. Ni las del Secretario de Estado de Economía, Miguel Temboury, que calificó de “descorbitadas” las tasas de 2 euros que se pretendían.
Al final, algunos se lo pasan todo por donde quieren, deciden, mandan e imponen. Saben que, enfrente, la “oposición” es más proclive a mirar para otro lado que a plantar cara de verdad. Presión, la justita. Estos si que son los putos amos. Por eso no es lo mismo quien defienda nuestros intereses…




