Apoyo sin ofrecer nada a cambio

Madrid

Mariano Rajoy sigue presentando el caos como una alternativa si no es investido presidente apoyado por el PSOE y Ciudadanos. Fuera de esta fórmula, para el presidente en funciones, solo hay desastre. Insiste Rajoy en trasladar la presión a Pedro Sánchez para que con su apoyo pueda seguir cuatro años más en Moncloa, e insiste Pedro Sánchez en un 'no' rotundo. Y Rajoy espera sentado a que las cosas cambien.

Durante los cuatro años de mayoría absoluta hemos sido testigos de cómo el PP ha sido incapaz de negociar nada, de cómo ha utilizado el rodillo para sacar adelante las leyes y las reformas de las leyes que ha querido. Y hoy, Rajoy se sienta a esperar a que le apoyen en su investidura sin ofrecer nada a cambio, sólo la estabilidad y la seguridad que nos daría a todos los españoles que él siguiera gobernando.

Esta mañana en una entrevista en Radio Nacional le han preguntado por algunas cuestiones que podrían favorecer una negociación. La reforma laboral, por ejemplo, Rajoy dice que ni tocarla. La famosa LOMCE que ideó el ministro Wert, la ley de educación, Rajoy dice que ni tocarla. La ley de seguridad ciudadana, la conocida como 'ley mordaza', Rajoy dice que ni tocarla.

Y luego está Catalunya, que no es problema menor. Sabemos que Podemos defiende un referéndum, que el PSOE defiende un cambio en la Constutitución, pero Rajoy sigue sin plantear nada, como ha hecho durante los últimos cuatro años. Así que sin plantear cambios ni iniciativas sobre las principales cuestiones espera Mariano Rajoy conseguir los apoyos necesarios, haciendo lo mismo que ha hecho durante cuatro años, dejar que las cosas pasen porque sí, sin forzarlas. Y observando desde la inmovilidad a Pedro Sánchez cómo le toca batirse con los que corteja y con los suyos propios. Un desgaste mayúsculo comparado con el suyo. Y a Rajoy, hay que decirlo, su estrategia no le ha ido tan mal hasta ahora.