No con Mariano

Madrid

Apenas media hora, este ha sido el tiempo que ha durado el encuentro que han mantenido esta tarde Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, un recuerdo etiquetado en la hemeroteca como aquel en el que el presidente en funciones se negó a darle la mano a quien está intentando formar un gobierno tras su espantada. Un inicio lamentable para un encuentro que estaba destinado al fracaso.

Pero si el gesto ya dice mucho de Mariano Rajoy, relegado, voluntariamente, a un papel de segundón en todo este proceso, el contenido todavía dice más. Pretende Rajoy, apoltronado en el sofá de Moncloa, que el PSOE le apoye porque es la lista más votada y porque, dice, que es lo más democrático. El concepto de democracia del PP es interesante, lo democrático es que gobiernen ellos y ya está, que otras fuerzas, aunque no hayan sido las más votadas se pudieran poner de acuerdo para formar gobierno, cree Rajoy que no es democrático. Pero insiste Mariano Rajoy, vamos a trabajar, dice, para que el PSOE facilite el gobierno del PP. Pues viendo la reunión de esta tarde, el acuerdo parece complicado. Mariano Rajoy dijo ayer que no sabía porqué se iba a entrevistar con Pedro Sánchez, y hoy ha quedado claro que no tenía que decirle y que ni siquiera quería decirle nada.

Luego están las declaraciones de Rajoy sobre la corrupción que, con la que está cayendo estos días, son un auténtico insulto a la inteligencia. Que si el PP ha sido contundente, que si esta pregunta no la contesto, que si tenemos que hacer lo que estamos haciendo… y lo que están haciendo es blindar a Rita Barberá. O que Esperanza Aguirre no tiene ninguna acusación sobre nada, claro que el PP sí la tiene, hoy mismo ha tenido que declarar por la destrucción de los discos duros de Bárcenas y tampoco pasa nada.

En definitiva, cada rueda de prensa de Mariano Rajoy hace más evidente que no se puede regenerar el partido mientras él siga al frente y que no puede aspirar a revalidar la presidencia del gobierno.