Rajoy debe asumir su responsabilidad en la corrupción

Madrid

Se supone que de muchas cosas habrán conversado Albert Rivera y Mariano Rajoy en su reunión de ayer. Esperemos, por ejemplo, que hayan hablado de corrupción más tiempo del que nos han contado, porque sin esa regeneración absoluta de la vida pública no hay salida decente para este país. Están llenos los juzgados de cohechos y malversaciones, y en un número muy abultado de casos siempre aparece como eje fundamental el Partido Popular.

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Ayer, por ejemplo, supimos de nuevos registros en el primer piso de la sede de Génova, donde se encuentran las oficinas del PP de Madrid, el que rige Esperanza Aguirre, al que le crecen los corruptos como setas, aunque ya saben ustedes que la gran lideresa, al igual que la senadora Rita Barberá, nada oye, nada ve, nada sabe, que lo suyo es la vida contemplativa. Allí, al parecer, trabaja un señor –Beltrán Gutiérrez de nombre- al que tenían que haber echado por su implicación en las tarjetas black. Pero será otro despido en diferido de Dolores de Cospedal, porque Gutiérrez tiene allí su despachito y sus ordenadores para hacer sus cosillas con los grandes constructores patrios, como Villar Mir, generoso donante del partido.

¿Entenderá de una vez Mariano Rajoy que tanto entretenido intercambio de papelines de nada servirá si el presidente no asume su responsabilidad política por la tremenda corrupción de su partido?