“Sánchez tiene que darle algo más a Podemos para conseguir su abstención”
Soledad Gallego-Díaz y José Moisés Martín analizan las consecuencias políticas y económicas del debate de investidura

Momento de las votaciones al finalizar las intervenciones en la segunda jornada el debate de investidura del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. / J. J. Guillén (EFE)

Madrid
Soledad Gallego-Díaz cree que todavía es posible evitar la repetición de elecciones, pero para que eso ocurra el PSOE “debe negociar algo que le compense a Podemos” para abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez. Y es que el líder socialista quiere la abstención del partido de Pablo Iglesias porque “no está dispuesto a renunciar a su acuerdo con Ciudadanos”.
Reconoce que le sorprendió el "tono duro” de la segunda jornada del debate, y compara la estrategia histórica del PSOE con la de Podemos: “En el PSOE los mensajes duros los decía Guerra, el número dos, y luego González los suavizaba. En Podemos es Iglesias el que hace de Guerra y Errejón el que modera”.
Para Gallego-Díaz este miércoles su pudo entrever el adiós de Rajoy. “Tanto aplauso de sus diputados para apoyarle suena a despedida”. Incluso Rajoy, añade, “se reivindicó así mismo porque piensa que también se va”.
También destaca la intervención del portavoz de DiL, Francesc Homs: “Utilizó un vocabulario que recordó a la antigua CiU. Habló de soberanismo, pero no de independentismo. Y su lenguaje ambiguo deja un mensaje sobre una futura negociación”.
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José Moisés Martín Carretero, analista económico y autor del libro 'España 2030: gobernar el futuro', considera fundamente que se forme cuanto antes un gobierno. “Estamos en un ciclo económico muy vulnerable. España tiene por delante la necesidad de atacar su modelo productivo. Y si la indefinición alcanza hasta septiembre, será un año perdido. A corto plazo no se notará demasiado, pero a largo plazo retrasará decisiones vitales”.
Para Martín Carretero, todos los partidos coinciden en la necesidad de cambiar el modelo productivo y en líneas generales se pueden entender. Aunque reconoce que la reforma del mercado laboral “es un escollo importante” que les separa.
En cualquier caso, anima a todos a definir un modelo productivo, como existe en otros países desde hace décadas, que no cambie con el gobierno de turno. “Este consenso básico se tiene que construir mirando a largo plazo, mirando a 15 años al menos”.




