Que den la cara

Madrid

Desde esta medianoche, Serbia y Eslovenia cimientan el despropósito europeo. Ambos países han levantado fronteras y piden ya en ellas pasaportes con visado. Lo que en la práctica bloquea el paso de miles de refugiados por la conocida como ruta de los Balcanes.

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Si van por la costa tropezarán con Eslovenia, si van por el interior se darán de bruces con Serbia. Quedarán por tanto atrapados. Y probablemente se les aplique el acuerdo alcanzado ayer con Turquía para deportarlos allí. Todavía no se sabe si entrará en vigor cuando se ratifique en diez días o tendrá efectos retroactivos y permitirá deportar en masa a las miles familias que vagan en condiciones penosas por suelo europeo. A las que hoy mismo van a frenar Eslovenia y Serbia.

¿Tiene vuelta atrás ese acuerdo? Hoy hay debate en el Europarlamento y ni siquiera acuden a dar la cara Donald Tusk o Jean Claude-Juncker. El presidente de la Eurocámara, el socialdemócrata Martin Schulz, apoyó este pacto con Turquía de cuya legalidad duda toda la comunidad internacional.