El enemigo de las vacunas, ¿su éxito?
En España existe un elevado porcentaje de vacunación, por encima del 95 por ciento. No es obligatorio salvo que se produzca una epidemia. ¿Cómo animar a la vacunación? Conocemos las medidas llevadas a cabo en algunos países del mundo
En España existe una legislación algo antigua, según los expertos. "Cabe vacunar de manera obligatoria en caso de epidemia", explica el vicepresidente del Comité de Bioética de España, Federico Montalvo. El debate actual se centra en si los profesionales sanitarios y otros grupos de riesgo deberían estar obligados a vacunarse. "Para el caso de los más pequeños es diferente. Los padres deben elegir en pro del bienestar de sus hijos. Si la vacuna es buena para ellos, la negativa de los padres no tendría valor desde el punto de vista legal. Aunque siempre hay matices", afirma Federico. Desde el Comité de Bioética creen que el mayor enemigo de las vacunas es su éxito y creer que en el futuro las enfermedades desaparecen, "no es así. Siempre están ahí", asegura.
- QUÉ DICE LA LEY
CÓMO ANIMAN A LA VACUNACIÓN EN OTROS PAÍSES
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¿Qué modelo se sigue en otros países? Estos son algunos ejemplos
Países del este de Europa: existen modelos basados en la vacunación obligatoria. Es el que está instaurado en casi todos los países de la Europa del Este. En la mayor parte de los casos el debate se sitúa no en la obligatoriedad de vacunarse, sino en la falta de universalización de dicha prestación y que aún no alcanza a toda la población.
Letonia: en este país la vacunación en voluntaria, pero los padres deben firmar un documento de información en el que asumen las consecuencias de no vacunar a sus hijos, tanto hacia su propio hijo como el perjuicio a terceras personas.
EE.UU: las políticas basadas en la información, promoción e incentivos se están viendo sustituidas por medidas coercitivas. Los padres se ven obligados a vacunar a sus hijos y los trabajadores del sector sanitario pueden verse expuestos a la pérdida del puesto de trabajo si no aceptan ser vacunados.
Australia y Reino Unido: en estos países los padres que aceptan vacunar a sus hijos reciben incentivos económicos, bien directamente o a través de las reducciones en la carga fiscal. Estas medidas han permitido en Australia pasar en cinco años de una tasa de vacunación del 75 por ciento al 94 por ciento. Los incentivos económicos son muy importantes porque, según varios estudios, muchas familias encontrarían problemas para sufragar las vacunas de sus hijos.