Un paseo por el espacio sin moverse de la bicicleta estática
Spinning frente a pantallas de cine a toda resolución o un espejo que nos dice cuándo ir al gimnasio, entre las novedades para hacer ejercicio
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No está pedaleando hacia la luz, sino 'paseando' por el espacio. / IMAXShift
En mayo es inevitable poner la mirada más allá. Avistar junio sin querer, o incluso julio. Otear, desde aquí, que a partir del 40 de mayo empieza lo bueno. Es este mes, el quinto del año, en el que no es pronto ni tampoco tarde para ponerse un poquito más en forma, para zambullirse en la operación bikini. Por eso vamos con lo último no, lo siguiente en el gimnasio.
Uno de los ejercicios que ha conquistado las piernas de muchos fans del gimnasio es el spinning, esa frenética actividad a golpe de pedales en bicicleta estática. Ritmo alto, música y un instructor que parece sacado de los marines estadounidenses. Un ejercicio agotador que, no obstante, permite quemar hasta 800 calorías en una sesión. Pero las vistas del gimnasio pueden terminar por aburrir, por mucho que de fondo haya un espejo en el que ver los esforzados gestos de toda la clase. Lo siguiente en spinning es irse de paseo hasta por el espacio sin moverse de la bici estática.
Eso es lo que ofrece IMAXShift. IMAX es la compañía de cine con pantallas enormes y al máximo de resolución. Y esta nueva filial lo que hace es utilizar esa tecnología para ofrecerla junto al spinning. Música, bicicleta estática y paseos audiovisuales por el sistema solar o las costas de Hawaii. Una experiencia nueva que IMAX pretende implantar poco a poco en sus cines, aunque por el momento hay que ir a Brooklyn, a Nueva York, para probarlo en la única sala en la que está disponible. Cuesta unos 30 euros por sesión o unos 330 euros al mes, bastante más caro que un gimnasio al uso.
La operación bikini tiene un aliado definitivo: el espejo, nuestro amigo más sincero. El Naked 3D es, probablemente, demasiado sincero. Este espejo escanea el cuerpo y envía a la aplicación móvil la imagen 3D con la que analiza nuestro estado físico. La app nos devuelve el peso, el nivel de grasa o nuestra evolución muscular.
Así que podemos engañarnos a nosotros mismos y seguir creyendo que ese exceso de grasas e hidratos no van a perjudicarnos en la carrera hacia el palmito playero, pero la tecnología está ahí para recordarnos la realidad. Normal que exista la tecnofobia.
