Arbeloa tiene corazón suficiente para perdonar

Madrid

Anoche, en la soledad inmensa y grandiosa del Bernabéu, hicimos El Larguero con Álvaro Arbeloa, que deja el Madrid y se despide de este club. Fue emocionante pasear entre las entrañas del estadio a oscuras y llegar al vestuario del primer equipo y ver la taquilla de Arbeloa ya abierta, vacía de geles, perfumes y champús y tan solo con unas chanclas de goma.

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Recordamos toda su historia en el club como si hojeásemos un álbum de fotos. Después discutimos de periodismo y de las distancias que nos separan a futbolistas y periodistas. Noté también un poso de resentimiento que no acaba de diluirse con Piqué, Casillas e incluso Del Bosque. Pero creo que hay corazón suficiente en ese futbolista para perdonar y entender que la razón siempre suele estar repartida, aunque en algún sitio más que en otro.