Refugiados, no; su dinero, sí

Madrid

La Interpol explicó ayer que los traficantes de personas ganaron unos 4.400 millones de euros el año pasando facilitando la llegada a Europa de refugiados e inmigrantes ilegales. Lo curioso es que Interpol sepa tanto de esas redes y tan poco del blanqueo de esos 4.400 millones de euros, porque lo que está claro es que ese dinero de procedencia ilegal no vale gran cosa si no logra también entrar en los circuitos financieros de la Unión.

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Se podría pensar que debe ser más fácil impedir la llegada de esos 4.400 millones de euros a cuentas corrientes de bancos legales que interceptar los barcos, pero resulta que no. La Unión Europea ha conseguido que el tráfico de barcos y barcazas disminuya notablemente, pero no se tiene noticia de que haya bloqueado cuentas corrientes a centenares o que haya desarticulado multitud de empresas de todo tipo que son simples tapaderas para encaminar esos miles de millones a la banca. Para nada.

Por lo que se ve, las fronteras son mucho más permeables a la hora de dejar pasar traficantes con enormes cantidades de dinero en efectivo que van a parar, dice, sobre todo a empresas de alimentos, restaurantes, transportes y vehículos de lujo, especializadas en ese lucrativo —y se diría que tranquilo— negocio. Interpol reconoce que en las fronteras europeas hay mucho responsable corrupto especializado en impedir la entrada de refugiados y en recibir con los brazos abiertos a hombres con maletas repletas de billetes. Ya ven, cualquier cosa que imaginen es peor en la realidad.