¡Cuidado que les gustan las sobreactuaciones!

Madrid

Es la sobreactuación uno de los problemas más evidentes de los políticos. Lo hemos visto con Rivera en Venezuela, pero también con Pablo Iglesias en relación con aquel mismo país. Decir que hay que respetar “la legalidad de todos los países”, como ha declarado el líder de Unidos Podemos es un contradiós para cualquier revolucionario que se precie de tal.

De seguir esa musiquilla, y para no sobreactuar como ellos, nos limitamos en tiempo y espacio, nada casa con el apoyo de la coalición a los movimientos okupas, a incluir en las listas a Diego Cañamero, asaltante de fincas y supermercados, o a tantos otros que desoyen las leyes en aras de valores, según ellos, más importantes. Si exigen escrupuloso acatamiento legal en Venezuela, extiéndanlo, hagan el favor, a nuestro país.

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Y luego está Mariano Rajoy, que mientras nos enteramos de que algunos de sus ministros, Arias Cañete, por ejemplo, hacía y deshacía malabares con las desaladoras, y al tiempo que van a procesar a su partido por aprovecharse de la Gürtel y el Tribunal de Cuentas recarga sobre Rita Barberá, el presidente en funciones reúne al Consejo de Seguridad Nacional… ¡para hablar de Venezuela!

Recordemos, además, que todas estas sobreactuaciones se producen cuando todavía no hemos entrado de verdad en la campaña electoral, que empezará oficialmente el 10 de junio.

Vayan preparándose, que llega el Apocalipsis!

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