El rompecabezas francés

Francia resuelve sus crisis sociales en la calle. Así ha sido desde la Revolución francesa. En este siglo, la situación de contestación que vive su presidente, François Hollande, con la reforma laboral tuvo su precedente en 2011 con Sarkozy y su reforma de las pensiones o con la protesta contra el contrato para jóvenes bajo Chirac. No obstante, en esta ocasión hay tres elementos que vienen a complicar las cosas: el primero, la propia reforma que amenaza la hegemonía del sindicato CGT en favor de un sindicalismo de izquierdas menos tradicional y más reformista. El segundo, la batalla interna que se vive en el socialismo francés por hacerse con el poder dada la debilidad en la que se encuentra Hollande. Por último, la fragmentación política del país que ha abandonado el bipartidismo con la irrupción del Frente Nacional y los intentos de crear una izquierda alternativa contra la austeridad y la globalización a través de movimientos como 'la Nuit Debout'.

Hollande, a un año de las presidenciales, no puede ceder: necesita la reforma para que se creen puestos de trabajo y para que Francia no quede descolgada de Alemania. Difícil rompecabezas.