Los gobernadores del Banco de España nunca tienen suficiente
¿En qué se ocupa, por poner un ejemplo, el actual gobernador, don Luis María Linde? Pues sobre todo en mostrarse como un ministro de Economía, pontificando sobre el presente y el futuro
El Ojo Izquierdo: 'Los gobernadores del Banco de España nunca tienen suficiente'
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Madrid
Hay que ver qué oficio más extraño el de gobernador del Banco de España. Cargo de ringorrango sobresaliente, siempre acaba por recaer en personalidades de mente poderosa, o como tal figuran, pero casi todos ellos con un punto de fuga curioso. Pareciera como si los monumentales entorchados que conlleva el puesto no fueran suficiente reconocimiento a su superior inteligencia. Así que a todos ellos, una vez acomodados en aquellos regios despachos llenos de goyas, sorollas, madrazos, rusiñoles y picassos, les entra como un hormiguillo que les empuja a sobrepasar las funciones consustanciales a su cargo.
¿Y en qué se ocupa entonces, por poner un ejemplo, el actual gobernador, don Luis María Linde? Pues sobre todo en mostrarse como un ministro de Economía, pontificando sobre el presente y el futuro o, especialidad de la casa, pregonando las maldades de un sistema que premia con una “excesiva protección” los contratos indefinidos, esto es, metiéndose en pura política laboral, que en nada, pero es que en nada, le corresponde. Recuerde Linde, más bien, que su primera labor es vigilar a los bancos. No diga que ahí no hay tarea, con la Guardia Civil entrando a saco hoy en una entidad, mañana en otra, al tiempo que notables banqueros se embolsan sueldos y demás prebendas obscenas ante la benevolente mirada de su supervisor. A lo suyo, gobernador, usted, a lo suyo.